La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La industria reclama plazos para la reactivación y la movilidad

Femetal advierte de que las empresas necesitan saber cuándo pueden recuperar sus plantillas y salir a captar contratos

La industria asturiana está que trina. Los últimos anuncios del Gobierno están orientados a la hostelería, el comercio y el turismo, y con medidas de desescalada que no favorecen la reactivación industrial. De ahí que la potente patronal del metal asturiano, Femetal, reclame un plan específico para el sector, con plazos para la reincorporación de su personal y saber cuándo podrá iniciarse la movilidad para captar negocios y también para expedir productos, ahora almacenados en las naves asturianas al no poder ser inspeccionadas por las compañías que han encargado su fabricación.

"Si otros sectores necesitan la reapertura de su negocio, también necesitamos la reapertura de la actividad industrial", señaló el presidente de la patronal del metal asturiano, Guillermo Ulacia. "Es necesario que el Gobierno elabore un plan con medidas y plazos concretos para avanzar. Las empresas tienen que preparar la vuelta de las plantillas y organizar la recuperación del permiso retribuido. Y no se puede hacer porque nos faltan datos", añadió.

La industria asturiana reclama apoyo para disponer de todos los elementos que hagan más segura la vuelta al trabajo. O dicho de otra manera, como existe una guía de seguridad y salud laboral, se dote a las empresas con los materiales de protección adecuados y con test suficiente para cumplir con ella, de tal manera que se garantice un entorno libre de contagio del COVID-19.

Otra de las incógnitas que la industria reclama que se aclare es si se van a ampliar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor más allá del estado de alarma o en qué condiciones se va a realizar la transición hacia las causas económicas y productivas. Un sistema que los empresarios dan por hecho que van a necesitar por la fuerte caída de la demanda.

Y hay otro aspecto que también preocupa en la industria asturiana: la movilidad. Hasta ahora se han adaptado el sistema de trabajo asumiendo las empresas lo que denominan la "subactividad", que ha supuesto un incremento de costes y un retraso en los plazos de entrega.

Pero la actividad industrial se empieza a recuperar en otros países y la mitad de la cifra de negocio de la industria asturiana se dedica a la exportación. El teletrabajo es insuficiente por las propias características de la industria.

Los departamentos en los que ya se empiezan a detectar problemas son el comercial, el diseño e ingeniería de productos y la captación y expedición. "Las llamadas telefónicas y las vídeoconferencias están bien, pero de momento tienen sus limitaciones. Es necesario salir para visitar clientes y captar nuevos pedidos, y los ingenieros tienen que ver físicamente el desarrollo de los productos que se fabrican", explicó Ulacia.

Pero además, las empresas, nacionales o extranjeras, no aceptan los productos fabricados mientras sus ingenieros no realizan las correspondientes inspecciones de calidad. Con lo que no se pueden expedir y, por tanto, tampoco se cobran.

"Necesitamos plazos y movilidad para empezar a competir y no quedarnos atrás", advirtió el presidente de Femetal.

Compartir el artículo

stats