Poco antes de las nueve de la mañana los primeros clientes ocupaban sus sitios en las terrazas de Oviedo. "Yo pensé que no iba a sentarse nadie pero casi no había abierto y la gente ya estaba "pidiendo café", explia Ionela Zarnea. Su cafetería en la plaza del Riego de Oviedo es una de las pocas que hoy ha abierto sus puertas. Además de la bandeja y la hoja de comanda a su equipo habitual de trabajo se suma la mascarilla, los guantes y el desinfectante. "Te ralentiza un poco más pero hay que acostumbrarse", asegura. En una de las mesas Alfredo López disfruta de su primer desayuno en esta nueva fase. "Estamos trabajando en una obra y se agradece que haya un sitio donde tomar el café o el pincho, antes traíamos un termo de casa pero es más incómodo".
En el corazón del Fontán hoy también ha abierto sus puertas el Rincón de Claudio. "No esperaba tanta gente, están muy animados y el tiempo influye", detalla Sandra Solís mientras se apura con la cafetera para servir a sus clientes. Fuera María Jesús Bobes disfruta "por fín" de su primer café tras el confinamiento, "Estaba cansada de tanta casa", recalca. En la mesa de al lado Pilar Aira y Jesús Rodríguez esperan ocupan uno de los pocos sitios libres que van quedando. "Oviedo estaba muy triste, a ver si la hostelería recupera el pulso".
En Gijón el trasiego en las terrazas también se notaba desde primera hora de la mañana. En aquellas, como es obvio, que pudieron abrir. La ciudad fue una de las primeras en anunciar que aumentaba la capacidad de estos espacios para permitir un margen mayor de beneficio a unos hosteleros a los que el Gobierno limitó las terrazas al 50 por ciento en esta fase 1 de desescalada. En El Barrio de La Arena, frente al parque Isabel la Católica algunos consumidores tomaban el café a primera hora.
Francisco Fernández y su amigo Jorge Vega quedaban por primera vez en dos meses. "Cambiamos el sitio de tomar el café porque el otro no tiene terraza pero presta ir poco a poco recuperando la normalidad", confesaban mientras a su lado Pachin Coca ojeaba LA NUEVA ESPAÑA. "Ya tenía ganas de café y periódico", argumentaba.
En Avilés también hubo movimiento en las terrazas desde primera hora de la mañana. "Eso sí, menos del esperado", coincidían varios hosteleros, preocupados por las nuevas condiciones de apertura. "Aún es pronto para valorar, pero hemos recibido clientela de siempre", explicaba Carlos García Rubio, entre viaje y viaje entre el interior de su local y la terraza, en la plaza Hermanos Orbón, con sólo ocho de las catorce mesas instaladas. "Teníamos muchas ganas de salir a la calle y ver a los amigos. Llevamos ya dos meses en casa", ha asegurado Guillermo de la Fuente, ante un café recién servido: "Lo que hay que hacer es tener un poco de cuidado pero hacer vida sin miedo".
El mismo análisis hace Iratxe Miranda, al frente de una cafetería en la calle San Bernardo. "De momento ha habido poca gente, pero entendemos que es lo normal. Poco a poco la gente irá saliendo más a la calle, sobre todo cuando vayamos avanzando de fases", ha explicado la hostelera, que en este primer paso hacia la vuelta a la normalidad ha puesto en marcha una novedosa iniciativa: descuenta 20 céntimos en el café a todos los clientes que traigan su propio vaso o termo de casa. "Es una propuesta que busca una mayor sostenibilidad, porque sirve para no gastar vasos desechables; y para que aquellos clientes que no tengan sitio en nuestra terraza o que estén preocupados por usar nuestra vajilla estén más tranquilo", ha relatado.
Algunas terrazas hosteleras de Cangas de Onís reabrieron al público este lunes, 11 de mayo, cumpliendo estrictamente la normativa sanitaria marcada por la nueva fase de desescalada por el estado de alarma a causa del Covid-19. Al mediodía, con bastantes pequeños comercios igualmente abiertos, se registró animación en puntos concretos de la vieja capital del Reino de Asturias, aunque dentro de la más absoluta normalidad y sobremanera después de casi dos meses de permanecer cerradas por la pandemia.
