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Reabre el camping de Deva de Gijón: "Se echaba de menos"

El camping de Deva reabre tras perder 1.000 reservas: "Solo esperamos sobrevivir"

Reabre el camping de Deva de Gijón: "Se echaba de menos"

Mientras Tony Amieva, el gerente del camping de Deva, y buen puñado de trabajadores terminan de colocar las cintas en el suelo que habrán de marcar la distancia de seguridad entre los clientes que acudan al merendero, Marcel Sanmartín, uno de los primeros campistas alojados en ese lugar, apura una botella de sidra. Sanmartín tiene prácticamente el camping de Deva para él solo, porque la empresa que gestiona el alojamiento ha vuelto a la actividad con solo 15 personas alojadas por el momento. La apertura del camping se ha hecho con muchas restricciones. La más importante es que ahora mismo solo pueden pernoctar aquellas personas que acudan en autocaravana con baño. Los aseos están cerrados, como también lo están la piscina y otras zonas comunes. "Solo pensamos en sobrevivir, no en hacer negocio", explica Amieva.

Un operario apuraba ayer el césped de la cancha de fútbol. Las porterías no tienen redes y el césped aún está alto. Marcel Sanmartín lo contempla mientras acude a su parcela. A sus 62 años, lleva desde hace cinco viviendo a tiempo completo en su caravana. "Tengo un piso en El Llano, pero ahora lo tengo cerrado. Prefiero vivir así, a mi aire", explica. "Claro que echaba de menos volver al camping. Aquí estoy en la gloria", puntualiza mientras accede a la tienda de campaña anexa a su caravana. "Es como un chalet", bromea.

Sanmartín llegó hace dos días al campamento turístico, que inicia la nueva normalidad. Una nueva normalidad que tardará muchísimo tiempo en parecerse a la antigua. Para hoy, Amieva espera que lleguen los clientes de otras dos reservas, la misma cifra que para el domingo. El puñetazo económico del virus para el empresario que tiene la licencia del camping para los próximos 16 años ha sido de aúpa. Ha perdido cerca de 1.000 reservas que tenía previstas para la Semana Santa y para el festival LEV, la referencia de la música electrónica en Asturias, aplazado a septiembre.

"Íbamos a hacer la mejor primavera de los últimos 10 años y ahora se ha truncado todo", cuenta Amieva. "Habría sido peor cerrar en verano y abrir nos da esperanza, pero solo pensamos en el 2021 y en dar un buen servicio en lo que queda de año", relata. Una realidad que no inquieta a Marcel Sanmartín, que se encuentra como pez en el agua en Deva. "Aquí lo tengo todo. Tengo lavadora, internet... y la gente del camping es más amable que la de una comunidad de vecinos, que cuando te cruzas en el portal cierra rápidamente la puerta", dice.

Está claro que la soledad es algo que parece no importar a uno de los primeros moradores del campamento gijonés. Soltero y sin hijos -"que yo sepa", apostilla- está encantado con su botella sidra, con el olor a brasas que se respira en el merendero del camping de Deva y con la sensación de libertad. Muchos clientes como Sanmartín necesitará el alojamiento que se enfrenta a uno de los veranos más complicados de su longeva historia.

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