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El personal de las UVI móviles rechaza la nueva bata anticontagio: "No es segura"

El Principado subraya que su labor de revisión de los equipos está avalada por el Centro Nacional de Medios de Protección, ubicado en Sevilla

El personal de las UVI móviles rechaza la nueva bata anticontagio: "No es segura"

El personal de las UVI móviles de Asturias considera que una parte del material de protección que le está proporcionando el Servicio de Salud (Sespa", puede situar a los profesionales en "situaciones claras de riesgo de contagio" y además "es tremendamente incómodo para trabajar en escenarios de tensión".

Estas protestas se suman a las formuladas la semana pasada por estos mismos sanitarios, encuadrados en el Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU). Entonces plantearon sus recelos por la baja calidad de una partida de mascarillas del tipo FFP3, las que sobre el papel otorgan la máxima protección, bajo el argumento de que "parecen filtros de café". Horas más tarde, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) procedió a la retirada de la citadas prendas.

Fuentes del Sespa explicaron a este periódico el procedimiento que siguen en la aprobación de los equipos de seguridad del personal sanitario. Según el protocolo vigente en Asturias, los materiales y equipos de protección recibidos, tanto procedentes de compras como de donaciones, y que suscitan dudas, son enviados a Sevilla, al Centro Nacional de Medios de Protección (dependiente del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo), "para su validación con carácter previo a su distribución entre los profesionales sanitarios". Esta ha sido la hoja de ruta seguida por varias partidas de mascarillas que, a la espera de un dictamen, se hallan "inmovilizadas en los almacenes".

A juicio de la Administración regional, esta "validación externa" permite "completar el procedimiento interno de control de materiales que ya se viene realizando". Este consiste en la comprobación previa de la documentación técnica aportada por los proveedores, y en la revisión de los materiales recepcionados en cada área sanitaria, antes de su distribución a los profesionales.

Ante la aparición en las últimas semanas de numerosas alertas sobre mascarillas comercializadas o distribuidas en España, en Asturias se optó por crear "un grupo técnico de trabajo para la evaluación de productos y materiales de protección frente al covid-19, formado por técnicos de prevención de riesgos laborales y preventivistas de todas las áreas sanitarias", prosigue la explicación del Sespa.

Sin embargo, estas medidas adicionales no han conseguido erradicar las protestas del personal. Los sanitarios de las UVI móviles sostienen que las nuevas batas de nivel 3 -alta protección- no les ofrecen las garantías que sí les conferían las anteriores. "Solo son admitidas por el Ministerio de Sanidad en situaciones de extrema necesidad y con una carencia total de alternativas", señalan. "No llevan la certificación europea", añaden.

Estas batas se emplean para salidas en las que "no es operativo ni práctico poner el mono completo". Los profesionales se las ponen en muy pocos segundos bajo la premisa de que "nos protegen bien". Todo lo contrario de lo que sucede -enfatizan- con la partida que han recibido estos últimos días.

Entre tanto, la plantilla del SAMU sí dispone de monos completos de nivel 3. Se trata, explican, de unos equipos que usan "para el traslado de pacientes confirmados positivos". Sin embargo, esos trajes completos "no son operativos para las salidas habituales de una guardia".

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