La concesión del premio "Princesa de Asturias" de las Artes a Ennio Morricone y John Williams, autores de bandas sonoras cinematográficas como las de "La misión" y "Star Wars", respectivamente, ha sorprendido al Coro de la Fundación fuera de juego. La actividad de la agrupación ha quedado suspendida por el covid-19 hasta el 31 de diciembre, lo que descarta su participación en la Semana de los Premios. "Hacía tiempo que no distinguían a ningún músico, lo estábamos esperando hacía años y fue a caer en este precisamente", se lamenta su director, José Esteban García Miranda, haciéndose eco del sentir general del coro. "Es un jarro de agua fría, pero lo primero es la salud", añade.
El Coro de la Fundación Princesa de Asturias, con 95 miembros, ha paralizado su actividad hasta 2021 por decisión del patronato de la entidad y debido al elevado riesgo de contagio. Su director cree que si la epidemia evoluciona como está haciendo, no sería tan descabellado ir reanudando los ensayos al final del verano, en grupos reducidos. "Es una situación muy compleja, no sé si de aquí a tres meses será posible. En Estados Unidos se están haciendo estudios sobre cómo organizar las actuaciones para evitar los contagios", comenta. El coro no dispondrá hasta septiembre del que era su local de ensayo habitual, en el teatro Filarmónica de Oviedo, ya que el Ayuntamiento de la ciudad ha decidido no reabrir sus equipamientos culturales hasta esa fecha.
García Miranda admite que los miembros del coro están decepcionados por no poder actuar ante Morricone y Williams, porque una ocasión como esta solo hay "una en la vida". "Es una pena", admite, y no pierde la esperanza de que, ya sea con restricciones de aforo, buscando espacios más amplios o quizá recurriendo a la tecnología, el Coro de la Fundación Princesa de Asturias pueda interpretar "una música que conoce todo el mundo" al lado de sus autores.
Juan Urdániz es uno de los miembros del coro que más disfrutarían de ello. El cantante es autor de una tesis sobre la banda sonora de "Star Wars" y el año pasado viajó a Viena para asistir al concierto que Williams, de 88 años, ofreció con la Filarmónica de esa ciudad. "Fue una maravilla, a nivel interpretativo y emotivo", recuerda. "Si se pudiera hacer un concierto con la Sinfónica del Principado o con Oviedo Filarmonía... Los dos tienen unas obras sinfónico-corales muy reconocibles, tanto por los que van como por los que no van a las salas de conciertos", comenta. "No sé cómo podría organizarse; esto ha sido muy mala pata", añade.