Veintiséis asesinatos en 16 años. Es el doloroso saldo que ha dejado la violencia machista en Asturias, según detalla un estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre las víctimas de crímenes machistas entre enero 2003 -mes en el que empezaron a contabilizarse- y el 20 de abril de 2019 -día en el que se resgistró la asesinada número mil-. Estos 26 asesinatos sitúan a Asturias como la quinta región del país con más víctimsa mortales de violencia de género en proporción a su población femenina, con una tasa de 3,3 asesinatos anuales por cada millón de mujeres de más de 15 años. Solo es superada por Andalucía, que registró 200 asesinatos en 16 años y tiene una tasa de 3,6 asesinatos anuales; Valencia, con 127 víctimas y una tasa de 3,8 asesinatos; Canarias, con 69 muertes y 4,6 asesinatos anuales; y Baleares, que, con 35 asesinatos, presenta la tasa más alta, 4,9 crímenes machistas por año.
La violencia machista presenta además otras singularidades en Asturias. Por ejemplo, solo 4 de las 26 víctimas, un 15 por ciento, había denunciado a su agresor previamente al crimen. Se trata del porcentaje más bajo del país. Por otro lado, Asturias es una de las regiones con un menor porcentaje de extranjeras asesinadas, el 11 por ciento del total, frente al 34,5 de la media del país.
El informe revela que el número de asesinatos machistas en España tiende a la baja. Entre los años 2003 y 2010 se produjeron 68,3 asesinatos al año. En el periodo 2011 a 2019, ese promedio bajó a 54,4. Un dato da cuenta de la gravedad de esta lacra: hubo un asesinato machista cada 6,7 días. El mayor número de crímenes se produjo en 2008, con 76 asesinatos, 21 de ellos en Andalucía; en 2016 se registró la menor cifra: 49 muertes. El mes más negro fue diciembre de 2009, con 11 asesinatos. El día más terrible fue el 29 de diciembre de 2015, con cuatro muertes. Hay otros datos sorprendentes: la tasa de asesinatos en zonas costeras es de 3,4 asesinatos anuales; en las zonas interiores, de 2,5.
La edad media de las mil víctimas es de 42,2 años y ha tendido a incrementarse a lo largo de estos 16 años. La víctima más joven fue una niña de 13 años, asesinada en diciembre de 2012. La mayor, 95 años, en enero del año pasado. Más de la mitad, 538 víctimas, tenía entre 26 y 45 años. El sesenta por ciento vivía con su agresor, y el 42,9 por ciento de los asesinos fueron maridos. Un total de 765 niños quedaron huérfanos, y otros 23 fueron asesinados junto a sus madres.
