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Los médicos asturianos en Madrid temen otro colapso: "La situación es complicada"

"Nos desilusiona la gestión de la Comunidad y del Gobierno", afirma Alejandro Zuazua, que ejerce en uno de los distritos más castigados

Los médicos asturianos en Madrid temen otro colapso: "La situación es complicada"

Con las UCIs hasta arriba y los contagios en vertiginoso ascenso, cunde el desánimo entre los médicos que ejercen en Madrid. Aún se están recuperando del primer y brutal embate de la epidemia y ya se sienten arrastrados por la segunda ola. Los profesionales asturianos que trabajan en la Comunidad describen un panorama desolador, critican la imprevisión, la falta de liderazgo y la indefensión de la población más desfavorecida.

Alejandro Zuazua, de Oviedo, hace su segundo año de residencia en el servicio de Otorrinolaringología del Hospital Infanta Leonor, en el distrito de Villa de Vallecas, una de las zonas más azotadas por el repunte de contagios y en la que, cuenta, muchos vecinos viven hacinados y no es posible teletrabajar, por la naturaleza de sus empleos. A día de ayer, en su centro hospitalario, estaban ocupadas toda las camas de la UCI y entre el 60 y 70% de las de todo el hospital. "La situación es muy complicada y se está dejando de atender otras patologías", refiere. Se están suspendiendo operaciones, pruebas y consultas.

No entiende por qué "se ha perdido el tiempo" y asegura que los profesionales están "desilusionados por la gestión de la Comunidad y del Gobierno". Él y sus compañeros, 480 médicos del Infanta Leonor, han difundido una carta con "un preaviso para evitar llegar al colapso de los primeros días". De cara a los enfermos se muestran animados y asegura que, por ahora, no se están dejando llevar por el miedo.

Carmen Rodríguez, otra ovetense, es residente en el Hospital Universitario de Getafe, intensivista, está en primera línea en la lucha contra el covid. En su centro ya está ocupada toda la UCI y han tenido que ampliarla, con espacios que no están habilitados para ello y personal que carece de formación específica. Habla de "desanimo" y "falta de previsión", y echa de menos "liderazgo" en la gestión de la crisis sanitaria en Madrid. "Se puede repetir el colapso de los primeros meses", advierte.

"Tuvimos una primera ola y vimos los fallos, y estamos en la segunda y no se ha cambiado nada. Eso desanima a cualquiera", admite. A finales de agosto y en la primera semana de septiembre en su hospital los ingresos en la UCI se dispararon. "Ha habido falta de previsión: se podrían haber ido preparando espacios y, aunque a ser intensivista no se aprende con un cursillo, haber dado algo de formación a los enfermeros y los auxiliares", opina. Tampoco ayuda el clima político. "Hay mucha confusión y esa imagen que se transmite a la sociedad no ayuda. Hace falta liderazgo, que alguien trasmita seguridad, que se está siguiendo un plan, aunque políticamente estemos más o menos de acuerdo con él. En Madrid eso no lo vemos", indica.

Desde su hospital, en la zona sur de la Comunidad de Madrid, aprecia cómo las diferencias económicas se reflejan en la epidemia: "Los confinamientos selectivos de los que se está hablando son en barrios de Madrid, no aquí; pero en Getafe también hay muchas familias de nivel socioeconómico modesto".

Carmen Rodríguez alude al impacto emocional que la pandemia está teniendo en los profesionales de la sanidad. "Es algo que no se ha tenido en cuenta", dice, y habla de la dureza del trabajo, en las condiciones en las que ella y sus compañeros lo tuvieron que afrontar durante aquella primera racha.

También ejerce en el Hospital de Getafe Carlos Piquero, residente de Neurología y que en la primera oleada tuvo que atender en Urgencias a los enfermos de covid. Afirma que "la confusión es total, las medidas poco claras y hay mucha preocupación: se teme que volvamos a una situación similar a la del confinamiento".

"Los centros de salud están al máximo, hay colas a las puertas y las centralitas telefónicas se colapsan", relata. "El personal está sobrepasado, ha habido menos vacaciones y lleva trabajando sin descanso desde marzo", añade. "Se ha descuidado el rastreo y los profesionales están muy quemados, sobre todo en Primaria", dice. El de ayer, pendientes de las medidas que el Ejecutivo madrileño anunciará hoy, fue para los trabajadores sanitarios, según Piquero, un día "muy a la expectativa, de incertidumbre y miedo".

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