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La pandemia se desboca en Europa: Francia y Portugal, en estado de alarma

Cataluña afirma que el cierre durante quince días de toda la hostelería es la única forma de evitar el "confinamiento total de la población"

La pandemia se desboca en Europa: Francia y Portugal, en estado de alarma

Europa se moviliza para atajar la segunda ola del covid, que ya se ha convertido en explosión pandémica. Francia ha vuelto al estado de emergencia sanitaria, que entrará en vigor a partir del sábado 17 de octubre a la medianoche en todo el país. También habrá toque de queda en todas las ciudades de Francia, incluyendo París, en estado de alerta máxima por la pandemia. En Portugal a medianoche entró en vigor el "estado de calamidad", lo que obligará a reducir a un máximo de cinco personas las reuniones en la calle, en restaurantes y en espacios comerciales, amén de otras restricciones. Mientras, en España, Cataluña, que ha cerrado bares y restaurantes durante 15 días, ha clausurado ferias y limitado el aforo de comercio y gimnasios, afronta momentos duros. El Govern asegura: "O nos anticipamos a esta segunda ola del covid-19 o habrá que volver al confinamiento total de la población, Con las consecuencias, a todos los niveles, que eso tiene", aseguró el vicepresidente en funciones de President, Pere Aragonès. Este es un repaso por las medidas adoptadas en los principales países europeos:

Tras registrar ayer miércoles un total de 5.132 nuevos contagios de coronavirus, el nivel más alto desde el mes de abril, Alemania ha aplicado nuevas restricciones a sus ciudadanos para contener el contagio del covid. La canciller alemana, Angela Merkel, se reúne ayer con los jefes de Gobierno de los 16 estados federados alemanes para coordinar las nuevas medidas que entrarán en vigor próximamente contra el recrudecimiento de la pandemia.

A pesar de que la canciller planteará unas medidas marco, serán los llamados "landers" los encargados de formalizar y especificar las medidas a tomar en cada territorio. Entre algunas de las propuestas se han introducido restricciones como el cierre de bares y restaurantes a partir de las 23. 00 horas y la prohibición de venta de alcohol a partir de la misma hora. Además, Merkel ha pedido ampliar el uso obligatorio de la mascarilla, hasta ahora solo obligatoria en espacios cerrados en las zonas donde la tasa de contagio llegue a 35 casos por 100.000 personas durante siete días consecutivos, en lugar de 50 por 100.000, como se estipulaba hasta ahora. Asimismo, se ha impuesto una cuarentena obligatoria para todos los viajeros que pretendan ingresar en el país procedentes de zonas calificadas como "de riesgo" a partir del 8 de noviembre.

El Gobierno portugués elevó ayer el nivel de alarma en el país ante la preocupante evolución de la pandemia tras superar por primera vez la barrera de los 2.000 contagios en las últimas 24 horas. A partir de esta medianoche Portugal pasará del estado de contingencia al estado de calamidad, el nivel máximo de alarma que puede decretar el Ejecutivo sin aprobación parlamentaria. Las reuniones quedarán limitadas a un máximo de cinco personas en espacios públicos y también en restaurantes, algo que hasta ahora estaba permitido a grupos de hasta 10 personas, mientras que en los eventos familiares como bodas o bautizos la asistencia no podrá superar las 50 personas.

La República Checa registró entre el martes y el miércoles la segunda cifra más alta desde el estallido de la pandemia en el país con un total de 8.325 nuevos casos de coronavirus precisamente el día en que entraron en funcionamiento algunas restricciones aprobadas esta semana para doblegar la curva. El cierre de colegios (a excepción de guarderías), bares y restaurantes comenzó a ser efectivo en la república centroeuropea desde ayer durante dos semanas. El país acumula una tasa de incidencia de 524 casos en los últimos catorce días por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta de la Unión Europea.

Las autoridades han pedido a los estudiantes universitarios que abandonen los campus y han extendido la obligatoriedad de la mascarilla a todas las paradas de transporte público. Además, se ha prohibido el consumo de alcohol en espacios públicos y se ha limitado a seis el número de personas que pueden reunirse en interiores. El próximo 3 de noviembre vence el estado de alarma decretado el pasado 5 de octubre, aunque presumiblemente el gobierno alargará de nuevo las restricciones.

Este miércoles el Reino Unido estrenó el paquete de medidas anunciado por el primer ministro, Boris Johnson, el pasado lunes en el Parlamento. Según la nueva organización, el país ha quedado dividido en zonas de incidencia que catalogan los distintos territorios en tres intensidades. Esta escala implica restricciones de movimiento y reunión en función de las tasas de incidencia de cada territorio, obligando a los territorios más castigados, como Liverpool, al cierre de bares y pubs y con la prohibición de que interactúen personas de diferentes hogares en interiores.

Asimismo han acordado el cierre de gimnasios, centros de ocio, casinos, salones de apuestas y tiendas de juegos para adultos. Aún así, la mayoría de Inglaterra está en el nivel más bajo de esta escala, que implica la prohibición de reuniones de más de seis personas y el cierre de locales de hostelería a partir de las diez, pero los responsables sanitarios del Gobierno tienen previsto reunirse este miércoles para decidir si otras zonas del norte inglés, como el llamado Gran Manchester, Lancashire y otras áreas deben entrar en el tercer nivel para limitar el movimiento de la población.

También ayer el gobierno autónomo de Irlanda del Norte anunció nuevas restricciones tras encadenar una semana con más de 800 contagios diarios en un país de 1,9 millones de habitantes. Las medidas presentadas incluyen la restricción del horario de funcionamiento de bares y restaurantes, la limitación de las reuniones, el cierre de peluquerías, nuevas normas en los supermercados y la apuesta por el teletrabajo y la enseñanza a distancia.

El Gobierno de Francia ha decretado de nuevo el estado de emergencia sanitaria desde este sábado. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha confirmado la imposición de un toque de queda que durará, al menos, cuatro semanas desde este sábado en París, Grenoble, Lille, Lyon, Aix-Marseille, Rouen, Toulouse y Montpellier. El toque de queda permanecerá en vigor entre las 21.00 horas y las 06.00. Las multas por su incumplimiento serán de 135 euros y, para los reincidentes, 1.500. El mandatario francés ha reconocido que Francia se encuentra en plena segunda ola de la pandemia, pero ha defendido que el país no ha "perdido el control". "Estamos en una situación preocupante que justifica que no estemos inactivos ni en pánico", ha señalado, poniendo el foco en que la situación de los hospitales es "más preocupante que antes".

Italia se encuentra inmersa en plena segunda ola de la pandemia de coronavirus, si bien el país parece haber llegado con retraso en comparación con otros países europeos que rápidamente pasaron por delante en las cifras de contagios, este miércoles ha registrado la cifra más alta de nuevos casos desde que empezó la pandemia en el pasado mes de marzo. Ante esta inevitable circunstancia que ha venido precedida de un aumento diario de los casos, el Gobierno de Giuseppe Conte ha adoptado nuevas restricciones en la última semana, incluido el uso obligatorio de mascarilla al aire libre, y ha pedido a los ciudadanos "sacrificios" para evitar un nuevo confinamiento generalizado.

En concreto, en Italia se han contabilizado otros 7.332 positivos entre los más de 152.000 test que se han efectuado en las 24 horas del martes al miércoles, que constituyen igualmente una cifra récord. Hasta ahora, el récord de contagios diarios se alcanzó el 21 de marzo, con 6.557, si bien en aquella jornada solo se efectuaron algo más de 26.000 test.

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