El bonito es, sin lugar a dudas, el rey del mar en primavera y verano. Se trata de un pez rico en ácidos grasos omega-3 y vitamina A, que se puede disfrutar de las formas más variopintas: a la parrilla, a la plancha, al ajillo o más elaborado en rollo. Aquí van algunas de las recetas más sencillas para disfrutar de este manjar marino.

A la plancha

Quizás la forma más sencilla de disfrutar del bonito. Primero lo salamos y luego tan solo hay que calentar una sartén con un chorrito de aceite. Ponemos el bonito y lo freímos unos 3 minutos por cada lado. También se pueden picar unos ajos. Se le puede espolvorear un poco de perejil por encima y también el sobrante del aceite, para que esté más sabroso.

Al ajillo

Muy parecido a la anterior elaboración. Salamos el bonito, que picamos en tacos de bocado, y lo freímos en una sarten con aceite. Acompañamos de ajo picado. Una vez hecho el bonito, retiramos. Un buen acompañamiento para este plato son unas patatas fritas. Y, por supuesto, pan para mojar en el aceite. No se tardan más de 10 minutos en elaborar este plato.

Bonito con tomate

Otra de las elaboraciones clásicas con bonito. También muy sencilla y con un resultado sabroso. En primer lugar se enharina el bonito, cortado en tacos de bocado. Posteriormente se sellan en una olla con aceite. Se retira el pescado y en ese mismo aceite se pocha una cebolla picada. También se puede pochar pimiento y zanahoria, si se gusta. Una vez pochada la cebolla a fuego medio-bajo, incorporamos tomate triturado. Subimos ligeramente el fuego para que se fría. Una vez el tomate adquiere el color rojizo característico de que está frito. Si se prefieren evitar los tropezones, se puede triturar la salsa. Si no, se añade directamente el bonito durante unos 10 ó 15 minutos, hasta el bonito termine de hacerse. Luego solo queda servir y disfrutar.