En 2010, cuando leyó una noticia en la revista “Science”, sobre invisibilizar objetos de pequeño tamaño, Rosell Meseguer (Orihuela, 1976) inició un proyecto que ha visto hace poco la luz, y que ha hecho parada ahora en Asturias en el Museo Barjola. “Lo invisible”, un cuestionamiento entre la realidad y la ficción, con el que trata de atrapar y mostrar todos esos detalles que no se ven. “El espectador se va a encontrar con pintura, grabados y mucha documentación de prensa escrita para analizar todos esos detalles que se nos escapan”, explica Meseguer.

“Para mí era muy importante reflejar cómo trabajamos los artistas y de dónde salen nuestras ideas”, relata la artista. En “Lo invisible” selecciona y reúne material documental, como fotografías, pinturas, recortes de prensa, escultura, libros o espejos. Todo para construir un discurso que evoque al espectador a despertar su curiosidad y reflexionar sobre los límites de la realidad y la ficción.

¿Y por qué lo invisible? “Hay un elemento muy vinculado a mi infancia, como es la magia y esa capa invisible, que siempre me generó mucha curiosidad”, explica antes de añadir que pertenece “a una familia donde muchos de mis familiares son ingenieros, hay poca gente de Bellas Artes como yo, por eso ellos han sido muy inspiradores”.

La obra se acerca y recoge detalles de los satélites. “Son los que obtienen esos registros de lo que no podemos ver, y ayudan a entender el espacio de la sala en sí”, reflexiona Meseguer. “También hay una parte sobre tecnología, y otra especial de la ingenería de los aviones y su vínculo con los elementos de lo invisible, el ‘big data’, y esa nube que parece que nos vemos pero que cobra tanta importancia en nuestro día a día”, subraya.

Otro de los aspectos en los que profundiza Rosell Meseguer es un guiño al considerado por los especialistas como el “monumento mundial a la astronomía”. “Reflexiono sobre el conocimiento del mundo a través del cosmos, hago un especial homenaje al telescopio de Arecibo, en el centro de la isla de Puerto Rico. Fue uno de los primeros de los que se mandan mensajes al mundo exterior para saber si hay vida, me parecía que había sido muy pionero, y ahora está en un estado de total desmantelamiento”, comenta.

La obra “Lo invisible” se podrá ver en Gijón en el Museo Barjola hasta el 29 de agosto, en horario de martes a sábado, de 11.30 a 13.30 y de 17.00 a 20.00 horas, y los domingos y festivos, de 12.00 a 14.00 horas.