Muere Tico Medina, el “infatigable” periodista fascinado por Asturias

El mundo del periodismo está de luto. El veterano Tico Medina murió ayer a los 86 años de edad. Medina, granadino pero asturiano del corazón, recibió galardones en la región como la Medalla de Plata de Asturias, el premio “Asturias de periodismo”, “Vaqueiro de Honor” y “L’ Amuravela” de Cudillero. Era un habitual de los pregones de las fiestas asturianas y no solía perderse los premios “Princesa de Asturias”. Se emocionaba al escuchar las gaitas. “Asturias me dio mucho mas por mucho que yo le diera al Principado”, escribía en uno de los textos para su blog. Se consideraba pixueto converso y lo decía bien claro “Quiero a Cudillero”.

Escolástico Medina García nació en Píñar, Granada, el 11 de septiembre de 1934 y se dedicó al oficio de informar en televisión, prensa y radio durante más de 60 años. Cronista del diario “Pueblo” y redactor jefe de la revista “¡Hola!”, comenzó su trayectoria profesional en Radio Granada de la Cadena SER, donde se encargaba de espacios dedicados a la poesía y al teatro.

Medina fue jefe de reporteros de “ABC” y corresponsal de guerra y enviado especial a numerosos países del mundo. En televisión, debutó como presentador con “Tele-Madrid”, uno de los primeros programas de entrevistas que se emitieron en TVE en los años 50, tras el que se encargó de otros formatos como “Plaza de España”, “Sierra, mar o nada”, “Cuarta dimensión”, “Tercer grado”, “Todo es posible en domingo”, o “Gente del sábado”, por citar alguno de los espacios en los que dejó su sello particular.

En 1977, volvió a hacer las maletas para informar desde México como corresponsal de la cadena pública. En 1988 volvió a España con el espacio “300 millones” y en 1995 dio el salto a Antena 3, donde permaneció casi 7 años en programas como “A toda página”, “Espejo público” y “Extra Rosa’”, con Rosa Villacastín y Ana Rosa Quintana.

En la cadena privada presentó el programa “Mayores sin reparos”, un informativo matinal de periodicidad diaria dedicado a la tercera edad que no obtuvo una respuesta positiva por parte de la audiencia. En 2001 se pasó a Telemadrid, donde colaboró con Terelu Campos en “Con T de tarde”. Durante más de una década, también colaboró en diferentes programas de Onda Cero.

En la actualidad, el célebre informador colaboraba COPE y en “La tarde, aquí y ahora” con Juan y Medio en Canal Sur.

Su vida en el periodismo refleja una intensa actividad, pero además la ha complementado con la escritura de una veintena de libros, algunos de recopilación de artículos y otros sobre la vida de personajes de la vida social, los toros o la cultura española.

Algunos de ellos son “Oro y barro de El Cordobés” (1964), “Cayetana, duquesa de Alba” (1972), “De todo colores” (1973), “Julio Iglesias: entre el cielo y el infierno” (1981) –del que vendió un millón de ejemplares–, las memorias oficiales de Lola Flores “A carne viva” (1990), “Crónica de América” (1994) , “Lola, memorias de Lola Flores” (1995), “Ortega Cano: traje de luces, traje de cruces” (2007) o “El día que mataron a Manolete” (2009). El escritor Ernest Hemingway lo definió como “el periodista capaz de hacer de la pequeña noticia, la gran noticia”, mientras que sus colegas lo conocen como “el infatigable Tico”.

Periodistas y académicos recordaron ayer a Tico Medina, coincidiendo en que, con su pérdida, “desaparece una forma de hacer periodismo”, como señaló Antonio San José. Compañeros como el periodista asturiano José María García acudieron al tanatorio de San Isidro en Madrid para darle el último adiós. También acudió el también asturiano padre Ángel.