Los enfrentamientos entre hosteleros y comensales insatisfechos están a la orden del día. Especialmente en ciertas plataformas de internet especializadas en críticas de establecimientos. Eso es lo que ha pasado en este caso, en el que unos y otros se en enzarzado por un supuesto mal servicio.

La disputa comenzó con una dura crítica del supuesto comensal. "Fuimos por la valoración, pero la realidad no tiene nada que ver: escasísimo menú donde elegir y sin opciones, sin pescado, inflexibles para adaptar el menú a los niños, queríamos pedir fuera de menú y no lo permitían: al final accedieron a servir una tapa y medio menú (medio menú a 8 euros, en mi pueblo la mitad de 10€ son 5€)", critica el cliente, que sigue: "cara de pocos amigos en el camarero, poquísima cantidad, lentísimos atendiendo y sirviendo (y apenas había aforo...".

El comentario concluye así: "Sorprendidos, en definitiva, pues es la primera vez que nos encontramos con una valoración (a nuestro entender), errónea".

La respuesta del empresario no se hizo esperar. "Bueno, ya será para menos, vamos por partes a ver", comienza el empresario, que pasa a responder, punto por punto, el comentario del presunto comensal.

"Escasísimo menú: dos primeros, dos segundos(la cantidad, yo creo que la justa, y si quería repetir, podía haberlo dicho); sin pescado: es posible, a veces se acaba y otras veces, llega tarde el repartidor, los dramas de la vida oiga", comienza con aparente retranca.

Prosigue: "Los menús se sirven a mesa completa, para evitar problemas. Y sí, el medio menú, es a 8 euros, que entra un plato, pan, postre, agua, vino y casera (siento que quisiera comer por 5€). Inflexibles: el menú del día es el que hay, para eso tengo la carta, no te puedo cambiar platos de la carta e incluirlos en el menú".

La soberana argumentación continúa: "La cara al camarero, no sé cómo se la vio, porque es difícil con la mascarilla, pero le aseguro, que es majísimo y dibuja muy bien (si me quedo sin pescado, lo pinta él). Lo de lentos depende del servicio, usted estará acostumbrado al fast food, hay que disfrutar de la gastronomía. Si tenía prisa, haberlo dicho, que le digo a la comida que se haga más rápido(porque si no teníamos apenas aforo, no es que estemos tirados a la bartola, y tampoco nos gusta atosigar a los comensales, cada quien tiene su ritmo)".

Aún hubo más. El empresario culmina así: "Y si tenemos esta valoración, nos la ganamos a pulso, día a día, trabajando, y aguantando este tipo de comentarios (aunque usted en persona, no comentó nada) Para sorprendidos nosotros, que a la cara no se atrevió (a nuestro entender) a expresar su malestar"

Los enfrentamientos entre clientes y hosteleros son de lo más habitual en internet. Especialmente en las plataformas especializadas. Son muchos los empresarios que denuncian que algunas de las críticas vertidas en este tipo de webs no siempre son reales, sino que se trata de comentarios dejados para hacer especial daño a la reputación del sitio.

Por este motivo, son muchos los empresarios que urgen a estas páginas a establecer mecanismos de control, a fin de filtrar este tipo de situaciones. Una de las soluciones que proponen para ello, es que se exija una prueba de compra antes de publicar el comentario.

Y es que la reputación en este tipo de plataformas es cada vez más importante para los empresarios, ya que son muchos los clientes que se fían en estas estadísticas antes de reservar una mesa o decantarse por un establecimiento.