El espíritu aventurero de los surferos entrando en el océano

Javier Torences, ayer, en la galería Aurora Vigil-Escalera. | Juan Plaza

Un recorrido, a través de 15 obras, por el Cantábrico y el Atlántico, para dibujar “el espíritu aventurero del ser humano introduciéndose en el océano”. “Surfers” es la propuesta que ayer inauguró el artista Javier Torences en Gijón en la galería Aurora Vigil-Escalera. “Todo surgió cuando estuve en Nazaré (Portugal) viendo cómo surfeaban la ola más grande del mundo. Me apasionaba la técnica y cómo jugaban con las olas y quiso plasmarlo”, relata el autor de pintura realista. ¿Y qué le transmite estos cuadros al espectador? “Al igual que el mar, transmiten calma y sosiego”, responde Torences, que añade en la misma línea que “aunque el mar esté movido, y la ola transmita otras sensaciones, siempre aparece una luz muy blanca, que da ese sosiego”.

Daniel Sueiras reflexiona sobre los retratos “ilustres”

Daniel Sueiras, ayer, en la galería Bea Villamarín.

El Monstruo de las Galletas, Mr. Potato, o la rana Gustavo en traje de Spiderman. Son tres de los personajes que aparecen en “Illustrious”, la muestra de pintura que se inaugura hoy en Gijón en la galería Bea Villamarín, realizada por el artista Daniel Sueiras. “Es una serie basada principalmente en el concepto del retrato. El propio nombre hace referencia directa a “Ilustre”, pues en personajes ilustres se ha especializado el retrato a lo largo de la historia”, cuenta Sueiras. “Se propone una reflexión sobre el concepto de lo ilustre o relevante, sobre lo que uno espera encontrar en un retrato. ¿Es más relevante un conde francés que vivió en el siglo XVI o el Monstruo de las Galletas que posiblemente haya formado parte de nuestras vidas de un modo mucho más directo?”, apunta.

Bordados digitales que contienen las emociones

Estefanía Martín Sáenz, ante su obra.

“Maniobras de contención” es la propuesta que lleva la artista vasca Estefanía Martín Sáenz a la Galería Llamazares desde hoy y hasta el 15 de febrero. Se trata de 16 obras, principalmente bordados digitales, pero también dibujos y pinturas, que parte con el objetivo de “visibilizar todas esas emociones que contenemos”, explica la autora. “En psiquiatría ‘maniobras de contención’ es cuando un paciente tiene una crisis, y se usan una serie de maniobras para contener, para que no se autolesionen. Lo que encontrará el espectador es una metáfora de todos esos tipos de contenciones como puede ser la boca en ostra, los labios hacia dentro, cuando no queremos expresar algo”, relata, antes de defender los bordados digitales: “Te da una posibilidad de texturas y puntadas que tiene otra piel”.