Desde su inauguración, en septiembre del año pasado, miles de personas han visitado la exposición “Camino Primitivo. Oviedo”, que LA NUEVA ESPAÑA ha organizado con la colaboración del Ayuntamiento de Oviedo, el Gobierno del Principado, el Banco Santander y la Fundación EDP. De la impresión que dejó en todos ellos, personalidades ilustres y ciudadanos anónimos, dan fe los comentarios que han escrito en su libro de visitas. Unos manifiestan su asombro por “el proyecto político de la monarquía asturiana” o reparan en que el Camino es “un camino de vida”. Todos expresan su admiración por la contribución de las peregrinaciones a la construcción de la identidad española y su aportación a la cultura y la historia de Europa.

Varios visitantes, en sus dedicatorias, opinan que la exposición podría ser tomada como punto de partida para una producción cinematográfica. “Si habláramos inglés, Hollywood ya habría hecho una docena de películas sobre estos reyes”, dejó escrito uno de ellos. “Interesante”, “impresionante”, “ilustrativa y emotiva”, una exposición que “te traslada a la Edad Media” y que sirve para “enamorarnos más” del Camino y descubrir la ruta primitiva, coinciden muchos de ellos.

Asistentes a la inauguración, con Canteli en el centro, ante la maqueta del Oviedo de Alfonso II el Casto. | LNE

El presidente del Principado, Adrián Barbón, que se pasó por la sala de LA NUEVA ESPAÑA en noviembre, dedicó una página a reflexionar sobre el contenido de la exposición. Tras recorrerla, escribió, “uno no puede salir más que con dos sentimientos: orgullo de nuestra historia, del proyecto político que supuso el Reino de Asturias, matriz del futuro proyecto político de España y, por supuesto, con un interés aún más reforzado por seguir conociendo nuestra historia”. Barbón entiende el Camino como “un espacio de transmisión de valores, cultura, liturgia y futuro. El espacio de comunicación medieval por excelencia y también de conexión con el resto de Europa”, reivindica el papel histórico de Asturias y de Oviedo y el protagonismo de “un monarca irrepetible, Alfonso II el Casto”.

Las pelayas.

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, asistió a la inauguración y en la primera página del libro de visitas redactó: “Magnífica exposición que nos ayuda al conocimiento del Camino, Camino Primitivo, y a su difusión”. Aquel mismo día, el delegado episcopal de peregrinaciones, Javier Suárez, escribió unas líneas: “Excelente exposición sobre el Camino Primitivo con origen en Oviedo”.

Conrad Tribble

El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, recorrió la exposición en diciembre y dejó escrito que “el Camino de Santiago es el camino de la vida, y no deja de producir asombro que la vida haya partido en buena medida de la ciudad que atesora la Universidad de Oviedo”. El encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Madrid, Conrad Tribble, también se interesó por la exposición sobre el Camino Primitivo y, en unas líneas, dejó patente la impresión que le produjo: “Muchas gracias por abrirnos tan interesante exposición histórica”.

Barbón, tras una de las vitrinas de la exposición

Lioba Simon Schuhmacher, profesora de Filología de la Universidad de Oviedo, la considera, según dejó escrito, “didáctica, entretenida, muy bien documentada”. Su padre, Herbert Simon, ganó el premio “Alfonso II” en 2020 a título póstumo con “Los diarios del Camino”, con los que contribuyó a dar a conocer la belleza del la ruta jacobea primitiva en Europa.

Entre las personalidades que quisieron dar fe de su paso por la exposición de LA NUEVA ESPAÑA, está Manuel Jesús Samartino, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego, que, tras conocerla, la calificó de “muy interesante y divulgadora de la esencia del Reino de Asturias y el origen del Camino de Santiago”.

António Simões, responsable regional de Europa del Banco Santander, una de las entidades que colaboran en la organización de la muestra, tuvo oportunidad de pasarse por ella: “Súper interesante! Un gran proyecto”. La alcaldesa de Las Regueras, María Isabel Méndez, la califica de “gran exposición, digna de una serie para televisión”, y José Antonio Mesa, el de Allande, le pone un “excelente de nota”.

El colofón a tantos comentarios, algunos de visitantes llegados de Santo Domingo, Holanda, Estados Unidos y Alemania, lo pone Mateo, un niño de 7 años, que resume el sentir general: “Muy impresionante, me lo he pasado genial”.