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Rodrigo Cuevas Artista multidisciplinar, actúa en “The Land of Joy”, que inaugura el “Off Zarzuela”

“La zarzuela es un formato moderno y abierto, debería estar condenado al éxito”

“Con este género pasa como con el vino: al principio no te gusta, pero vas entrando poco a poco, sorbito a sorbito, y te acaba enganchando”

Rodrigo Cuevas, ayer, en la sala de ensayos del Campoamor. | Miki López

Artista multidisciplinar y genuino agitador folclórico, Rodrigo Cuevas se ha distinguido, a lo largo de toda su trayectoria, por una intensa reivindicación de los géneros populares, desde la canción tradicional hasta el cuplé. Por esa vocación, era cuestión de tiempo hasta que Cuevas aterrizase, de un modo u otro, en la zarzuela. En el marco de la temporada de este año del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo, que organiza la Fundación Municipal de Cultura, Cuevas participa en dos espectáculos, englobados en la iniciativa “Off Zarzuela”: “Barbián”, un concierto que protagonizará en el Filarmónica el 8 de abril, y “The Land of Joy”, la misteriosa zarzuela de Quinito Valverde la temporada ovetense ha recuperado para una función única con precios populares: será este sábado, a las 20.00 horas, en el Campoamor, y con entradas que oscilan entre los 10 y los 20 euros.

–¿Cómo se embarcó en esta aventura?

–Bueno, en realidad me embarcaron (risas). El primero que me embarcó fue Luis Argeo, comisario de la exposición “Emigrantes invisibles”. Vino a casa a decirme que querían hacer algo musical, en relación con la exposición. Luego enlazaron con la musicóloga Miriam Perandones y “The Land of Joy”, y me dijeron que si me quería sumar a este proyecto. Y como me encanta la zarzuela y me encantan los saraos, dije que sí.

–Una zarzuela muy misteriosa. Usted que la ha podido escuchar, ¿cómo suena?

–La he escuchado entera al piano, pero me falta ver cómo funciona con la orquesta. Sí te puedo decir que es muy divertida, muy ligera, muy de la época. A mí, que me encanta el cuplé, me parece estupenda, porque no deja de ser una revista, una comedia ligera. Y la música es muy de la época, muy pop, digamos. Esta hecha para gustar y para que todo sea pegadizo.

–¿A quién interpreta usted?

–A un personaje misterioso... (risas).

–La obra mezcla estilos y géneros españoles y norteamericanos, ¿cómo funciona?

–Muy bien, pero es que en las zarzuelas se hacía eso muchísimo, porque los compositores jugaban con las músicas populares. Las llevaban a escena, pero lo hacían de tal forma que gustase a las clases populares, así que todo lo que fuera moderno lo metían: charlestón, swing, foxtrot... todo lo que se les ocurría. Y eso lo combinaban con jotas, seguidillas, boleros... Por eso la zarzuela tiene esa cosa tan mezclada, tan guay, que combina lo popular, lo que viene de lo tradicional y lo que viene de fuera.

–Una fusión con la que usted se siente muy identificado.

–Sí, sí, claro. Yo creo que eso es lo que más me atrae de la zarzuela: que todo viene de lo popular.

Beatriz Díaz y David Menéndez, ayer, en pleno ensayo, ante la atenta mirada de Bárbara Lluch. | Miki López

–Esta temporada protagoniza otro espectáculo, “Barbián”. ¿Qué puede contar?

–Lo hacemos en el Filarmónica, es una selección de pasajes de zarzuela, diferentes canciones seleccionadas y puestas en escena con un hilo conductor que es el viaje desde la zarzuela más regionalista, hecha en Madrid pero destinada a gustar a la gente que venía de provincia, a la más bohemia y más castiza, inspirada en el lumpen madrileño.

–¿Le veremos en las próximas temporadas?

–No sé. Yo estoy encantado, vengo un poco de intruso pero me gusta mucho el género y me gusta sumarme a cualquier proyecto en el que puedan darme algún papel.

–¿Es asiduo de la temporada?

–Siempre que puedo. No vengo tanto como me gustaría porque vivo a una hora de Oviedo y porque paso además mucho tiempo fuera, pero casi todos los años vengo a ver algo. Y a la ópera también.

–¿Y se ve participando en la temporada de ópera?

–No creo. Parece un género menos flexible, que es una de las mejores cosas que tiene la zarzuela. Es teatro cantado y hablado, un formato que debería estar condenado al éxito, en vez de estar tan relegado que solo hay dos temporadas de zarzuela en todo el mundo: las de Madrid y Oviedo. Y sin embargo, hay programados muchos musicales de continuo en la Gran Vía...

–La gente va en masa a ver “El rey león” y no “La del manojo de rosas”.

–Exacto. Creo que tiene que ver también con que los conservadores se apropian de ciertas estéticas y las hacen suyas, cuando en realidad son de todos. Y este además es un género en el que cabrían un libreto y una música supercontemporáneos, porque la zarzuela no tiene márgenes, es un género muy abierto.

–¿Qué le diría a un espectador neutral para animarle a ver “The Land of Joy”?

–Que abra la mente un poco y que aproveche, porque es una zarzuela con una entrada superbarata. Que aproveche la ocasión para acercarse a la zarzuela, que se quite los prejuicios y que pruebe, porque es una oportunidad para probar. Hablamos de entradas a 20 euros en platea, que es un lujo, y además se lo van a pasar bien. Que intenten verla con otros ojos y piensen que la zarzuela es como el vino: primero no te gusta, pero vas entrando poco a poco, sorbito a sorbito, y al final te engancha. Y la zarzuela lo hace porque es muy divertida.

El reparto de “The Land of Joy” comienza los ensayos

El reparto de “The Land of Joy”, la zarzuela de Quinito Valverde englobada en el “Off Zarzuela” que sirve de presentación a la edición de este año del Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo, ya ha iniciado los ensayos en los bajos del Teatro Campoamor. Beatriz Díaz, David Menéndez, Marina Pardo, Alberto Frías y Rodrigo Cuevas comenzaron ayer a trabajar a las órdenes de la directora de escena, Bárbara Lluch, y con la maestra repetidora María Cueva y la regidora, Beatriz Cabrero, en la sala de ensayos del Campoamor. Durante la sesión, se dejó notar la creciente complicidad del reparto y el buen humor con el que se afronta la producción de “The Land of Joy”, una zarzuela que todos los implicados coinciden en calificar como “muy divertida” y de la que destacan su modernidad y carácter innovador

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