La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jaime Martín Dirige a la OSPA en el concierto “Bruckner Esencial”

“La OSPA está en un momento fantástico, no se percibe la falta de director titular”

“Tenía muchas ganas de interpretar a Bruckner con esta orquesta y su excepcional sección de metales”

Jaime Martín, en el Auditorio de Oviedo. | Miki López

El director de orquesta Jaime Martín (Santander, 1965) es uno de los más estrechos y queridos colaboradores de la Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA). Director titular de la Orquesta de cámara de Los Ángeles, es además el nuevo director titular de la Orquesta sinfónica de Melbourne, a la que se incorporará este mismo mes. Pero antes, Martín acude a Asturias para dirigir a la OSPA en dos conciertos, en los que pondrá en escena el programa “Bruckner Esencial”, que contará como solista con el violinista Nemanja Radulovic. Se les podrá ver esta tarde (20.00 horas) en el teatro Jovellanos de Gijón, y mañana, (20.00 horas) en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en un concierto patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA.

–¿Por qué Bruckner?

–Tenía muchas ganas de hacer algo de Bruckner con la OSPA. He venido varias veces en los últimos años a tocar con ellos, y hemos hecho cosas de Sibelius, Dvorak, Rimsky Korsakov... Pero no habíamos tocado Bruckner y me apetecía especialmente hacerlo porque es una orquesta con una sección de metal excepcional, que es lo que se necesita para afrontar una obra como la cuarta sinfonía de Bruckner.

–Para la primera parte han seleccionado un concierto para violín de Mozart, con Nemanja Radulovic como solista. ¿Cómo combinan ambas obras?

–Esa combinación entre Bruckner y Mozart me gusta. Cuando voy a interpretar a Bruckner, siempre dudo de si empezar con Bach o con Mozart, pero en este caso me gusta la combinación, la estructura y el tipo de orquestación. Además contamos con un solita de absoluta excepción como es Radulovic, con el que he trabajado a menudo en los últimos años. Tengo muchísimas ganas de verle tocar por primera vez con la OSPA.

–Está a punto de incorporarse a la Sinfónica de Melbourne, ¿qué siente ante este reto?

–Tengo muchas ganas de empezar a trabajar con ellos. Mi camino como director titular en Melbourne, de hecho, comienza la semana que viene, porque la temporada allí comienza al terminar el verano, dentro de dos semanas.

–Irá con la pauta completa de vacunación, ¿no? Ya sabe lo que le pasó a Djokovic en Melbourne...

–Sobre eso solo puedo decir que me voy a Melbourne con batuta, no con raqueta (risas).

–Alternará la dirección en Melbourne con la de la Orquesta de cámara de Los Ángeles, con la que acaba de renovar. ¿Cómo afronta el trabajar en dos formaciones tan diferentes?

–Acabo de renovar por una barbaridad de años, sí. Creo que es una buena combinación, porque la de Melbourne es una gran sinfónica mientras que la de Los Ángeles es una orquesta de cámara que me permite trabajar un repertorio más clásico, incluso barroco, y con la que además me encanta trabajar. Es una orquesta con un nivel altísimo, mi primer ensayo con ellos siempre me hace sonreír. Pero hablando de estas dos orquestas, de esa combinación, es un poco lo que hacemos con este programa de la OSPA, con una primera parte dedicada a Mozart más de cámara, y una segunda, la de Bruckner, de gran sinfónica.

–La OSPA lleva dos años y medio sin director. ¿Percibe algún tipo de desgaste o afección en la orquesta por esta circunstancia?

–De ninguna manera, veo a la OSPA en un momento fantástico. Creo que es incluso al contrario. La pandemia ha sido un momento difícil para todas las orquestas y la OSPA ha pasado además por esta situación, pero creo que estar una época sin director titular también es bueno para una orquesta, porque le da una oportunidad estupenda de trabajar con directores distintos, y la posibilidad de tener más variedad y ver con qué tipo de director o músico se encuentra más a gusto. Estoy absolutamente convencido de que la OSPA encontrará a alguien del nivel más alto, que será justo lo que necesiten. Pero tengo que decir que no percibo que haya estado unos años sin que alguien la cuide, no lo oigo. Lo que escucho es a una orquesta con muchas ganas, que está mirando al futuro y afronta el presente con responsabilidad y orgullo.

Compartir el artículo

stats