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El Rector recibe un amplio apoyo del Consejo Social a sus planes, que incluyen llevar Minas a Mieres

“El objetivo del traslado es garantizar la viabilidad de los estudios mineros”, insiste Villaverde tras la aprobación definitiva de las estrategias

Ignacio Villaverde e Isidro Fernández Rozada hablan con el presidente del Consejo Social, Juan Antonio Pérez Simón, y la secretaria de este órgano, Miriam Cueto, antes de comenzar el pleno, ayer. | Luisma Murias

Es definitivo. Después de más de seis décadas en Oviedo, la Escuela de Minas saldrá de la ciudad y se mudará a Mieres. Los planes estratégicos del Rectorado de Ignacio Villaverde, que contemplan una reordenación de campus en la capital, recibieron ayer el contundente respaldo del Consejo Social de la Universidad de Oviedo. El órgano de participación de la sociedad asturiana en la institución académica aprobó por amplia mayoría los cinco documentos que guiarán el futuro de la Universidad. En concreto, el de titulaciones, que es el que incluye el traslado de los estudios mineros al campus de Barredo, solo recibió tres abstenciones (las de los empresarios) y un voto en contra (el del popular Isidro Fernández Rozada).

“Salimos muy satisfechos”, celebró ayer el Rector tras dos horas y media de pleno, en el que apenas hubo confrontación. Villaverde, que hizo una larga exposición sobre sus planes, convenció “con datos” –según explican algunas fuentes– a la mayoría de los consejeros, unos veinte. Entre ellos, al presidente del Consejo Social, el empresario asturmexicano Juan Antonio Pérez Simón, al que el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, le escribió pidiéndole que no fuese “cómplice del expolio” de Minas. El máximo responsable académico defendió, tanto dentro como fuera de la reunión, que el objetivo prioritario de su Rectorado es “garantizar la continuidad y viabilidad de los estudios de minería”, que en la actualidad cuentan solo con 160 estudiantes. Bajo ese fin, “creemos –subrayó Villaverde– que la única opción plausible, con los recursos que tiene la Universidad, es unificar los títulos en el campus de Mieres y proceder a la fusión de los dos centros”, dando como resultado uno nuevo.

El director de la Escuela de Minas de Oviedo, Francisco Javier Iglesias, lo ve de forma completamente diferente. Insiste en que se no se trata de una fusión y pide “llamar las cosas por su nombre”: “Supondrá la extinción del centro”. Iglesias no albergaba ayer ninguna esperanza de que el plan de traslado fuese frenado, pese a las presiones ejercidas por el Ayuntamiento de Oviedo. Y así fue. De nada sirvió la carta que la secretaria del Consejo Social, Miriam Cueto, leyó por petición del propio Iglesias. En ella, el director de la Escuela volvió a incidir en la necesidad de abrir un diálogo sosegado ante una decisión tan trascendental. “Se ahonda en el hostigamiento que la Escuela viene sufriendo desde hace ya más de veinte años, que con toda probabilidad supondrá la desaparición de titulaciones como el grado en Ingeniería de Tecnologías Mineras y posteriormente el máster en Ingeniería de Minas por falta de alumnado”, denunció Francisco Javier Iglesias en el escrito.

Aunque todas las miradas estaban puestas ayer en la decisión de traslado de Minas, en realidad el movimiento solo suponen cinco líneas de un plan, el de titulaciones, de 110 páginas. Además, el Consejo Social votó a favor de otros cuatro documentos: el plan general estratégico (salió adelante con dos abstenciones), el nuevo modelo de organización administrativa (recibió solo una abstención) y los planes de investigación e infraestructuras (ambos fueron aprobados por asentimiento).

Entre los consejeros que participaron en la votación hubo representantes del Rectorado, del Consejo de Gobierno del Principado, de la Junta General, de las organizaciones sindicales, de los empresarios y del Consejo de Gobierno de la Universidad. Además, estuvieron los dos miembros natos del órgano: el interventor general, Francisco Méndez, y la directora general de Universidad, Cristina González Morán. Quienes se abstuvieron en el plan que incluye la salida de Minas de Oviedo fue el sector empresarial como guiño al alcalde Canteli: Carlos Paniceres (Cámara de Comercio de Oviedo), Alberto González (Fade) y Pablo García (Asociación de Jóvenes Empresarios). El voto en contra de Isidro Fernández Rozada, del PP, era esperado y evidente. “El tema de Minas era muy delicado; lo que yo defendí allí fue que se buscasen alternativas para evitar que Oviedo perdiese la Escuela”, reconoció Rozada al término de la reunión.

Con la luz verde del Consejo Social se ponen fin a más de tres meses de debate y polémica, desde que el 31 de enero el Rector anunciase en rueda de prensa su intención de emprender la mayor reorganización de sedes universitarias en 30 años. Como solución a un problema “urgente”, la falta de espacio en el campus de Llamaquique, proponía (y propone) hacer hasta seis movimientos de centros en cadena: trasladar la Escuela de Minas de Oviedo a la Politécnica de Mieres, mover la Facultad de Ciencias al edificio de Minas, ampliar la Facultad Formación del Profesorado y Educación absorbiendo Ciencias y la Escuela de Ingeniería Informática, llevar Informática al Cristo, desplazar Enfermería y Fisioterapia a la Facultad de Medicina y mudar, finalmente, Medicina al HUCA.

Los pasos siguientes

El primer movimiento de fichas tendría lugar en este mandato (antes de 2025) y afecta a Minas, Ciencias y Formación del Profesorado. El proceso, no obstante, tardará todavía tiempo. “Ahora lo que haremos es iniciar el expediente específico de fusión de los dos centros (el de Minas y Mieres) para unificar todos los estudios de Minería en Mieres. Eso debe seguir su propio circuito de aprobación. Es decir, Consejo Rectoral, Consejo de Gobierno y Consejo Social”. Si el expediente con el traslado ya en firme de Minas pasase todos estos filtros, “se trasladaría finalmente al Consejo de Gobierno del Principado, que es el que tiene la competencia última sobre la creación y extinción de centros universitarios”, aclaró el Rector.

A la vista del resultado de ayer, Villaverde entiende que “el Consejo Social dice que nuestro análisis es correcto y que efectivamente esa (la fusión de centros) puede ser la forma para que Asturias siga teniendo unos estudios de minería modélicos”. “Ahora sí podemos decir que la Universidad tiene una estrategia, con cinco planes aprobados, y lo que ocupa es ponerlos en práctica y hacer el despliegue de toda esa planificación en el tiempo que reste de mandato”, concluyó el Rector.

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