Cumple la normativa

'Carmeida', verde a su pesar: cómo logró el mejor aire de Madrid haciendo todo a lo que se oponía

La capital consigue por primera vez en 20 años no superar los límites de contaminación de la UE gracias en parte a Madrid Central, que el alcalde trató de derogar | Establecer una zona de bajas emisiones alrededor de Plaza Elíptica, 'punto negro' de contaminación, fue el 'truco' definitivo para cumplir las exigencias europeas | Los ecologistas apuntan que las lluvias a finales de año favorecieron los datos definitivos

José Luis Martínez-Almeida celebra el cumplimiento de la directiva europea de calidad del aire.

José Luis Martínez-Almeida celebra el cumplimiento de la directiva europea de calidad del aire. / Ayuntamiento de Madrid

Analía Plaza

José Luis Martínez-Almeida llegó a la Alcaldía con la promesa de cargarse Madrid Central. "Dije que lo primero que haría sería acabar con Madrid Central. Y lo primero que hice fue dictar una moratoria para evaluar sus efectos y poder tomar decisiones", admitió en una entrevista reciente con Federico Jiménez Losantos. "Pero al día siguiente recibí un auto de un juzgado que en una medida cautelarísima me dijo que no podía tocar Madrid Central. Que no lo podía suspender. Lo recurrí y lo perdí (risas). No lo perdí yo, lo perdió el Ayuntamiento. Luego hubo una sentencia que dijo que, efectivamente, no podíamos aplicar una moratoria. Acudimos a instancias superiores, pero no nos dieron la razón".

La justicia paró los pies al recién nombrado regidor, que ante la imposibilidad de ejecutar su promesa presentó tres meses después un plan alternativo llamado Madrid 360. Elaborado entre los técnicos municipales y la consultora Deloitte, a la que se recurrió de urgencia mediante un contrato menor, este nuevo plan no solo mantuvo Madrid Central —con algunas excepciones y un cambio de nombre, Distrito Centro— sino que amplió las restricciones al resto de la ciudad. Así, los coches sin etiqueta de fuera de Madrid no pueden acceder al interior de la M-30 desde hace un año ni ir por la propia M-30 desde el pasado 1 de enero. En 2025, no podrá entrar ningún coche sin etiqueta a la totalidad del municipio. Para sorpresa de muchos, Almeida llegó a presumir de que su Gobierno había sido el único en aplicar "íntegramente Madrid Central".

Un cartel advierte de la zona de bajas emisiones de Plaza Elíptica.

Un cartel advierte de la zona de bajas emisiones de Plaza Elíptica. / Alba Vigaray

El incumplimiento de su principal baza electoral y el aumento de las restricciones a los coches—algunas de las cuales vienen de la anterior legislatura, pues ya estaban recogidas en el Plan A— le han valido a Almeida el apelativo de "Carmeida" por parte de Vox, un juego de palabras entre su nombre y el de la exalcaldesa Manuela Carmena. Así lo reconoció él mismo en la citada entrevista, en la que buena parte de las preguntas giraron en torno a las políticas de tráfico y contaminación.

"A pesar de todo lo que se ha dicho de Carmeida y lo de tal y lo de cual... Esto no es Carmeida. Tenemos un esquema de actuación. La sostenibilidad tiene que tener tres patas", dijo. "¿Qué es sostenibilidad?", inquirió dubidativo Losantos. "Medidas que mejoren la calidad de vida y la del aire, principalmente, porque estamos incumpliendo la normativa europea (...) Yo no cedo a la propaganda progre. Yo tengo una normativa europea en materia de calidad del aire que tengo que cumplir".

'Carmeida' ha dado en las últimas semanas varias entrevistas en medios conservadores —además del programa de Losantos, se entrevistó con Javier Negre en EDATV y con Eduardo Inda en OKDiario— en las que ha explicado cómo la justicia, la normativa europea y la ley española de cambio climático le impidieron tomar las medidas regresivas en materia de calidad del aire que quería.

Paradójicamente, y habiendo implantado medidas a su pesar, el alcalde puede presumir de haber cerrado 2022 con los mejores datos de contaminación de la historia de la ciudad.

El truco definitivo para lograrlo

La campaña municipal "Madrid, por fin, respira" celebra que, por primera vez en 22 años, Madrid ha cumplido con los límites de contaminación establecidos por la Unión Europea. Estos límites dicen que ninguna estación de medición debe superar los 40mg/m3 de dióxido de nitrógeno de media anual. Hay 24 estaciones en distintos puntos de la ciudad.

Imagen del medidor de la calidad del aire de Plaza Elíptica, 'punto negro' de la contaminación en Madrid.

Imagen del medidor de la calidad del aire de Plaza Elíptica, 'punto negro' de la contaminación en Madrid. / Alba Vigaray

En 2019, con Madrid Central ya en funcionamiento, se produjo un punto de inflexión. Hasta entonces, siempre había multitud de estaciones —entre seis y dieciocho, según el año— que incumplían. En 2019 la cifra bajó a dos. En 2020 llegó la pandemia y el tráfico rodado se redujo, pero ni con esas: la estación de Plaza Elíptica seguía resistiéndose y registrando una media de 41mg/m3.

Plaza Elíptica, al sur, tiene desde hace años el título de "punto negro" de la contaminación en Madrid. Es una enorme rotonda con un intercambiador de transportes y edificios residenciales que se caracteriza por estar en un acceso desde la autopista, en este caso de la A-42. Pero no es el único acceso: solo es el que tiene una estación de medición. "Otras zonas de acceso tendrán niveles similares, pero no se puede medir la contaminación en todos lados porque es carísimo. Sus datos no representan solo a esa estación, sino a otros entornos similares", explica el investigador del CSIC Xavier Querol, uno de los mayores expertos en contaminación de España.

Pese a que la estación de Plaza Elíptica debe servir de guía para entender cómo de contaminadas están otras zonas parecidas, el Gobierno de Almeida decidió crear un pequeño Madrid Central a su alrededor: la zona de bajas emisiones de Plaza Elíptica, que prohíbe la circulación a los vehículos sin etiqueta en un pequeño perímetro de 0,3 km2. La medida entró en vigor a finales de 2021 y las multas empezaron a llegar en marzo de 2022. En otoño, que es cuando se suelen producir los picos de contaminación, los datos de esta estación se mantuvieron a raya. Así, la media final anual logró el aprobado. Raspado, eso sí: registró una media de 39,77 mg/m3 , suficientes en cualquier caso para cumplir con la norma europea.

Preguntadas por esta cuestión, fuentes municipales aseguran que, sin duda, la implantación de un pequeño Madrid Central alrededor de la estación más contaminada ha logrado mejorar sus datos. "Y se eliminaron los autobuses diésel de la zona", añaden. Juan Bárcena, coordinador del área de contaminación atmosférica de Ecologistas en Acción, cree que las lluvias de final de año también han influido y que "no es adecuado plantearse la lucha contra la contaminación actuando sobre la zona cercana a una estación". Recuerda Bárcena que la Consejería de Medioambiente de la Comunidad de Madrid recomendó al Ayuntamiento ampliar el perímetro, porque en una zona tan pequeña podía producirse el efecto "cambio de ruta"; esto es: que los coches fueran por otro camino y la contaminación se desplazara.

La buena noticia: menos contaminación en todo Madrid

"Es verdad que no sirve actuar solo alrededor de una estación con muchos coches", continúa Querol. "Pero el hecho de que no se hayan superado los límites en otras estaciones que tradicionalmente sí los superaban quiere decir que la mejora no solo está ahí".

Un hombre pasa junto al túnel de Plaza Elíptica.

Un hombre pasa junto al túnel de Plaza Elíptica. / Alba Vigaray

En 2022 no solo han cumplido todas las estaciones, sino que la media de la red ha bajado: de los 35 mg/m3 de 2019 se ha pasado a 28 mg/m3. Escuelas Aguirre, otra de las estaciones que solía dar problemas y que está situada al lado de la Puerta de Alcalá, bajó de 51 a 34 mg/m3. En 2019 ya existía Madrid Central y su efecto se había dejado notar. Y en 2022 terminaron las restricciones de la pandemia. El tráfico no se ha recuperado del todo, pero está, según fuentes municipales, por encima del 90% respecto a 2019.

"¿Por qué ha podido ser la mejora generalizada?", se pregunta el experto. "Está el efecto Madrid Central, que claramente existió, el efecto de las restricciones alrededor de Plaza Elíptica y la zona de bajas emisiones que se ha implementado en la M-30. Pero creo que también ha tenido que ver que mucha gente se quitó los coches diésel de encima porque en prensa salía continuamente que en 2024 se prohibirían. Son los que tienen la etiqueta amarilla. Esto se ha visto en otras ciudades: se ha demonizado, con razón, el diésel y se ha rebajado el número de coches contaminantes que circulan".

No hay datos actualizados sobre qué porcentaje del parque circulante suponen los coches con etiqueta amarilla en Madrid, aunque en 2017 eran casi la mitad (48,9%) de todo Madrid y la tendencia era a la baja. "Que no dejen entrar a los vehículos sin etiqueta también ha influido. Todo suma. La calidad del aire es un puzle complejo y no lo solucionas con una única ficha", añade.

La mala: pronto los límites de la UE serán más estrictos

Aunque la publicidad institucional del Ayuntamiento insista en que "Madrid por fin respira", hay que tener en cuenta que la capital ha tardado más de dos décadas en cumplir los límites de la UE y que estos están a punto de bajar. "La OMS ha bajado su valor de referencia para una adecuada protección de la salud humana a 10mg/m3 y la Unión Europea ha propuesto dejarlo en 20mg/m3", recuerdan desde Ecologistas en Acción. "Está en proceso de cambiar sus valores. No podemos creer que ya hemos cumplido".

"No nos podemos dejar de alegrar: ninguna estación ha superado los límites y eso nunca había pasado. Pero ojo cuidado: en otras ciudades, como Milán, Estocolmo o Berlín llevan años poniéndose las pilas y ya están más cerca del 20 que del 40", concluye Querol. "Si nos quedamos en 39,7, podemos alegrarnos de no haber incumplido, pero la revisión de la Unión Europea se hará este año, darán una moratoria para el cumplimiento y ya está. Lo que no entiendo es por qué han tardado doce años en condenarnos. Si lo hubieran hecho a los cinco años, que tampoco es demasiado rápido, se hubieran movido antes las piezas".