Más allá de nuestro Sol hay 59 nuevos planetas, y el asturiano Enrique Díez participa en su descubrimiento

El astrofísico colabora en el hallazgo del telescopio de Calar Alto (Almería), que ha multiplicado el censo de exoplanetas, con una decena de ellos potencialmente habitables

Recreación de un exoplaneta del tamaño de la Tierra en una zona de habitabilidad.

Recreación de un exoplaneta del tamaño de la Tierra en una zona de habitabilidad. / M. G. Salas

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

Ahí fuera, muy muy lejos de nosotros, en otros mundos, hay más de 5.000 planetas –exoplanetas es su nombre correcto– que orbitan en torno a estrellas que no son nuestro Sol. De ellos, 59 han sido descubiertos de golpe y solo en cinco años de observaciones desde el telescopio del Observatorio Astronómico de Calar Alto, en Almería. En el hallazgo, publicado ayer en la revista "Astronomy Astrophysics", han participado más de 200 científicos de once instituciones españolas y alemanas. Entre todos ellos hay un asturiano: el astrofísico Enrique Díez Alonso, que investiga en el Instituto de Ciencias y Tecnologías Espaciales de Asturias (ICTEA) y es profesor de la Universidad de Oviedo.

El papel de Asturias en el proyecto "Carmenes", como así se llama, consistió en determinar periodos de rotación de las estrellas observadas desde Almería. "Esto es crítico, ya que conocer el tiempo que las estrella madre tardan en rotar es necesario para identificar una señal que realmente proceda de un planeta y no de la propia estrella", explica el científico gijonés. Los 59 exoplanetas descubiertos tienen en común, profundiza Enrique Díez, que orbitan alrededor de estrellas de baja masa, llamadas enanas rojas. "La búsqueda se centró en este tipo de estrellas, porque en ellas es más eficiente el método de detección que usa el instrumento –velocidad radial–, ya que los planetas en zona de habitabilidad se encuentran más próximos a la estrella y son más fáciles de detectar... La mayoría de planetas identificados por ‘Carmenes’ son planetas de masa similar o inferior a la de Neptuno", aclara.

Algunos de los nuevos exoplanetas son potencialmente habitables. En concreto, una decena. La mayoría, por tanto, "son planetas demasiado lejanos a sus estrellas y fríos, demasiado cercanos y calientes, o no son planetas rocosos similares a la Tierra, sino supertierras –hasta 10 masas terrestres– o cuerpos tipo Neptuno –de 10 a 50 masas terrestres".

El ICTEA ha descubierto exoplanetas, pero con anterioridad y de forma independiente al proyecto "Carmenes". Llevan más de veinte y "algunos están incluso en zonas de habitabilidad –al menos cinco–", apunta Enrique Díez, que recuerda que estos hallazgos se hicieron en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias. Hoy en día lo importante, no obstante, no es buscar a lo loco exoplanetas, con el fin de detectar el mayor número posible, sino "caracterizar los más interesantes de manera exhaustiva", puntualiza el asturiano.

Recreación de un exoplaneta del tamaño de la Tierra en una zona de habitabilidad.

Enrique Díez. | LNE / M. G. Salas

Para obtener los 59 nuevos exoplanetas fueron necesarias 20.000 observaciones que se realizaron entre 2016 y 2020 de una muestra de 362 estrellas frías cercanas. Para ello se empleó un instrumento construido en Calar Alto con el propósito de encontrar planetas similares a la Tierra, es decir, rocosos y templados, con posibilidad de albergar agua en su superficie. El estudio demuestra que el instrumento es un "éxito" y que "continuará proporcionando información sobre estrellas frías pequeñas hasta, al menos, finales de 2023", según celebraron ayer investigadores del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, el Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC, el Centro de Astrobiología, el Instituto de Astrofísica de Andalucía, el Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad Complutense de Madrid.

¿Cómo funciona "Carmenes"? Enrique Díez lo explica: "Analiza con una precisión extraordinaria la luz que nos llega de las estrellas que escudriña noche tras noche, con la intención de detectar bamboleos periódicos en la luz que nos llega de esas estrellas y que puedan estar originados por el tirón que ejerce sobre la estrella un posible planeta que la esté orbitando". "Noche tras noche –añade– se han ido tomando medidas de cada una de las estrellas de la muestra y recogiendo para cada una de ellas el suficiente número de datos como para comprobar si se detecta esa oscilación o no".

El instrumento de medición es un espectrógrafo que opera en el óptico y el infrarrojo cercano. Traducido: un aparato que mide tanto la luz visible como la infrarroja de los objetos hacia los que apunta. Se instaló en 2015 en el observatorio de Calar Alto y estos son sus primeros –y extraordinarios– resultados. "Desde que entró en funcionamiento, ‘Carmenes’ ha reanalizado 17 planetas conocidos y ha descubierto y confirmado 59 en la vecindad de nuestro Sistema Solar, contribuyendo notablemente a ampliar el censo de exoplanetas próximos", destacó Ignasi Ribas, primer autor del trabajo.

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