¿Por qué España cambia la hora este domingo? Esto es lo que dicen los libros de historia

Antigua Roma, el ferrocarril o la Guerra Civil: estas son los motivos que nos han llevado a los actuales cambios de hora en nuestro país

David González

España volverá a cambiar de hora cinco meses después. Para regresar al horario de verano, este domingo 26 de marzo a las 2.00 serán las 3.00. De esta manera, anochecerá más tarde y también, al menos durante las próximas semanas, amanecerá un poco más tarde. Pero, ¿por qué adoptamos estos cambios? Esto es lo que dicen los libros de historia.

A principios del siglo XX en España había distintas zonas horarias, lo que provocaba que entre distintos puntos de la geografía nacional hubiera desfases que en ocasiones superaban los cuarenta minutos. Sin embargo, con la llegada del ferrocarril se hicieron necesarias distintas regularizaciones. De los aspectos modificados se incluyó, entre ellos, la hora.

A partir de entonces, el reloj ha visto distintos cambios producidos en torno a grandes acontecimientos históricos, como la llegada del ferrocarril, la división de la sociedad durante la Guerra Civil o las implantaciones de normativa europea, lo que conduciría a que se unificara el horario para todo el país y, tras ello, se introdujeran los cambios de hora, que responden a razones de ahorro.

La historia de la hora en España

En el contexto histórico del verano de 1900, España era un caos desde distintas perspectivas. Buena prueba de ello era el hecho de que tan si quiera hubiera un único horario para todo el país, algo que cambiaría el 1 de enero de 1900 -islas incluidas- cuando, meses después de su firma, se implantó el decreto que establecía el seguimiento del horario establecido por el Meridano de Greenwich.

La firma se produjo en San Sebastián, ciudad a la que acudió la que entonces era la cabeza del estado, la reina María Cristina de Habsburgo. Hasta ese momento, entre Madrid y Barcelona, por ejemplo, había un desfase de casi media hora. Esto se debe a que las ciudades se guiaban por la hora media solar, lo que provocaba que hubiera casi tantos horarios como provincias.

La introducción del ferrocarril hizo necesaria una implantación de horarios, de forma que los pasajeros podían estimar el paso paso las estaciones, así como las llegadas y partidas.

Hora durante la Guerra Civil

La Guerra Civil española supuso una división total entre la sociedad, lo que también afectó a la hora. Entre 1936 y 1939, había una zona horaria "republicana" y otra "nacional", lo que afectó, entre otras cosas, a que el conflicto no acabara uniformemente en el país. Con la victoria de franquista, en 1940 se volvió al horario preestablecido, que se correspondía con el alemán, en vistas de buscar una mayor cercanía con el país germano.

Los cambios horarios

El origen del cambio data de la Antigua Roma, cuando los relojes solares (o de agua) tenían diferentes escalas en función de los distintos meses del año. De esta forma, la tercera hora tras el amanecer empezaba a las 9.00 -en términos actuales-, con una duración cercana a los 50 minutos, mientras que en verano comenzaba minutos antes de las 7.00 y se prolongaba durante unos 75 minutos.

Si avanzamos en la historia, el siguiente paso se produce en 1916, cuando en plena Primera Guerra Mundial el gobierno alemán decidió que todos los relojes se adelantaran una hora para evitar tener que utilizar luz artificial, aunque esta medida se suspendió con la finalización del conflicto.

Hoy en día, tenemos dos cambios horarios: uno para el verano (que se corresponde con el próximo 26 de marzo) y otro para el invierno (que en 2022 se ejecutó en la madrugada del 29 de octubre).

Motivos actuales del cambio

Actualmente, con los dos cambios se pretende, por encima de todo, fomentar el ahorro energético. No debemos olvidar que durante los meses más fríos del año la cantidad de luz solar es menor, con lo que, al retrasar los relojes una hora, se consigue el máximo aprovechamiento de esta, evitando así utilizar la luz artificial -con el impacto en el consumo de energía eléctrica que esto supone-.

Conforme avanzan los meses se puede ver que los rayos solares permanecen más tiempo, es decir, se hace necesaria una vuelta atrás en el cambio realizado. Por eso, el próximo domingo, a las 2.00 serán las 3.00.

Además de los motivos anteriores, hay quien defiende que el adelantar el reloj beneficia a sectores como el turismo, ya que las actividades al aire libre pueden prolongarse durante más tiempo. Sea como fuere, en España ya estamos acostumbrados al movimiento de las agujas, y es que lleva implantado desde 1981 -aunque el cambio de hora invernal actual se movió de septiembre a octubre en 1996-. Asimismo, es una medida obligatoria para todos los países miembros de la Unión Europea desde el año 2000.

Una medida internacional

El cambio ni es único en España ni lo es en Europa, pues se trata de una acción coordinada que se lleva a cabo en multitud de países de los cinco continentes, aunque se puedan encontrar ligeras diferencias entre ellos. Como dato curioso, hay zonas de Asia y África en los que realmente no se pone en práctica esta modificación, pero a los que, teóricamente, el cambio les afecta.