Turismo

El objetivo de Richard Branson en su hotel en Mallorca: devolver "a la vida" a la histórica finca y su patrimonio agrícola

El magnate británico no descarta un nuevo proyecto en la isla si encuentra «algo tan especial» como el hotel Son Bunyola

Richard Branson en la inauguración de Son Bunyola

Richard Branson en la inauguración de Son Bunyola / MANU MIELNIEZUK

Myriam B. Moneo

Si pudiéramos encontrar algo tan especial como el hotel Son Bunyola, estaríamos abiertos a nuevos proyectos», responde este miércoles Richard Branson cuando apenas acaba de poner la guinda a su nuevo hotel de la exclusiva colección de Virgin Limited Edition"La costa noroeste de Mallorca ocupa un lugar muy especial en mi corazón desde que la visité por primera vez de niño", afirma. Sobre la restauración de la antigua possesió asegura que "estaba esperando que alguien le devolviera la vida con mucho cariño", si bien es verdad que nunca deja de mencionar su primer enamoramiento en la isla, el hotel La Residencia de Deià, "mi bebé original". 

De Son Bunyola – con sus 26 habitaciones y suites diseñadas por Rialto Living, más la finca principal, la Tafona, donde se encontraba la antigua almazara y hoy alberga dos 'suites' con terraza y varios edificios anexos a cargo del estudio de arquitectura Gras– , el empresario británico resalta que tiene "la mejor ubicación y la más virgen de la isla", con casi cinco kilómetros de costa y 520 hectáreas de tierra con vistas a la Serra de Tramuntana. Se suman también dos Tower Suites, una de ellas era una torre de defensa medieval del siglo XIII.

El hotel cuenta con dos restaurantes y varias terrazas exteriores donde se sirven comidas. Se acaba de incorporar a Son Bunyola Samuel G. Galdó como chef ejecutivo. Del cocinero extremeño, con experiencia en cocinas con estrella Michelin, se menciona su conexión con Mallorca porque inició su carrera profesional en la isla trabajando con el chef alemán Josef Sauerschell, en La Residencia de Deià, cuando era propiedad de Branson. El cocinero quiere realizar sus platos con frutas y verduras de los propios huertos de la finca y pescado y marisco fresco de las aguas de la costa de Son Bunyola. 

Se han replantado viñedos; hasta el siglo XIX se produjo vino de malvasía en la propiedad

El restaurante principal, sa Terrasa, ofrece cocina contemporánea y orgánica y por la noche se servirá un menú de degustación. Y en el restaurante sa Tafona, en la almazara, Galdó sorprenderá con reinvenciones de tapas españolas con ingredientes mallorquines.

En el siglo XIX la finca producía y exportaba vino de malvasía de alta calidad, hasta que se interrumpió por una epidemia de plagas. Los viñedos han sido replantados y se espera recuperar la producción a partir de 2026 para utilizarla en platos y cócteles. En la finca se cultivan, además, almendras y hay doce colmenas. 

Qué se puede hacer

Entre las actividades que se pueden realizar en el hotel se destacan sesiones de yoga al aire libre, senderismo y ciclismo , excursiones en kayak desde la playa privada o disfrutar de su piscina de 28 metros con vistas panorámicas a sa Foradada o paseos guiados por el historiador Tomàs Vibot. También hay bicicletas acuáticas y pista de tenis o clases de cocina de paella.

De Son Bunyola se resalta sobremanera su gran historia. La finca está documentada por primera vez tras la conquista de Mallorca en 1229 bajo el nombre de Alqueria de la Torre. Durante 700 años la propiedad cambió de manos entre la nobleza, evolucionó y se expandió para incluir tierras de cultivo, huertos, olivares y viñedos, además de que se construyó una casa más pequeña, Son Valentí. 

Se recuerdan hechos históricos, como un naufragio italiano en 1917 que llevó a los marineros a recuperarse en la finca. La campana de su barco fue encontrada por unos buzos y se colgó en la torre de la casa principal durante más de tres décadas. En 1920 un incendio que duró una semana devastó gran parte de la propiedad, pero la casa central se salvó. 

En 1931 la compró Josep Puig Canals y después Branson, en 1994. El británico la vendió en 2002 tras no obtener la licencia para su proyecto hasta que la volvió a comprar en 2015 y en 2021 inició su restauración, por fin culminada.

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