La Universidad de Vigo halla en Etiopía los restos de “Homo erectus” más antiguos del mundo

Eduardo Méndez, codirector del yacimiento Melka Kunture, es uno de los autores de un trabajo publicado en Science que también adelanta la eclosión de la tecnología achelense

Recreación de Garba y su madre en el entorno en el que vivían hace dos millones de años.

Recreación de Garba y su madre en el entorno en el que vivían hace dos millones de años. / DIEGO RODRÍGUEZ-ROBREDO

Sandra Penelas

Un equipo italo-español en el que participan arqueólogos de la Universidad de Vigo ha revolucionado la cronología de la evolución humana tras descubrir en Etiopía los restos de Homo erectus más antiguos del mundo. Se trata de un fragmento de mandíbula de un individuo infantil de unos 2 o 3 años, al que han identificado afectuosamente con el nombre del yacimiento, Garba, y que adelanta la aparición de la especie a hace 2,06 millones de años. El trabajo, que acaba de aparecer publicado en la prestigiosa revista Science, también sitúa el origen de la tecnología achelense casi más de 300.000 años antes de lo que se creía hasta ahora.

“Estamos adelantando dos procesos, uno humano y otro cultural. Y además en una región que no se consideraba el epicentro de la evolución humana en África, el altiplano etíope, a más de 1.500 metros de altitud. Habitualmente el foco de estos hallazgos estaba en el valle del Rift, en Tanzania y Kenia. Y para la UVigo supone meterse en el top de universidades a nivel mundial que pueden hacer publicaciones sobre la evolución del hombre en una revista con el impacto de Science”, destaca Eduardo Méndez, arqueólogo del grupo GEAAT y uno de los codirectores de la misión italo-española en Melka Kunture.

Reconstrucción de Garba con el detalle de la posición del fragmento mandibular hallado y detalle de los dientes analizados.

Reconstrucción de Garba con el detalle de la posición del fragmento mandibular hallado y detalle de los dientes analizados. / DIEGO RODRÍGUEZ-ROBREDO

Los restos hallados pertenecen a la mandíbula de una niña o niño de corta edad y conservan dos dientes de leche, pero los que fueron claves para su identificación al 100% como Homo erectus fueron los definitivos que se encontraban en su interior. Y su datación, para la que fueron analizados en el sincotrón de electrones de Grenoble (Francia), los ha convertido en los más antiguos en todo el mundo para esta especie, el primer homínido con rasgos totalmente humanos y cuya aparición inicial se estimaba entre 1,9 y 1,8 millones de años.

Los expertos también descubrieron, en una capa menos profunda del yacimiento, herramientas de piedra atribuibles a la tecnología achelense, que empezaron a utilizar los Homo erectus africanos y que acabó extendiéndose, primero, al resto del continente, y después a todo el mundo.

“Al principio, utilizaban una tecnología más básica, olduvayense, pero se suponía que hace unos 1,7 millones de años empezaron a fabricar herramientas más sofisticadas. Estas primeras industrias achelenses se sitúan en Kenia y el norte de Tanzania. Pero nuestros hallazgos en Etiopía adelantan esta tecnología casi 300.000 años”, apunta Méndez.

Fragmento mandibular de Garba.

Fragmento mandibular de Garba. / CEDIDA

Explicación a la rápida expansión del "Homo erectus" hacia otros continentes

Los resultados permiten ofrecer una explicación a la rápida expansión del Homo erectus desde África al resto de continentes, sobre la que los expertos llevan años discutiendo, además de abrir nuevos interrogantes.

Los individuos que hasta ahora se consideraban los más antiguos fueron hallados en Kenia y en Sudáfrica –y también fuera del continente en el yacimiento georgiano de Dmanasi–, pero Melka Kunture se encuentra en el altiplano etíope, a más de 2.000 metros de altitud. “Las condiciones ambientales son totalmente diferentes. Hacía frío, tenían déficit de oxígeno y no había sabana, como en el fondo del valle del Rift, por lo que la fauna era distinta y estaba integrada, sobre todo, por ñus, antílopes e hipopótamos”, describe Méndez.

“Lo que nos dicen los resultados es que el Homo erectus no aparece en el fondo del Rift, en los ambientes cálidos de la sabana, sino en una zona con unas condiciones semejantes a las euroasiáticas. Por eso, salir de África y asentarse en latitudes medias, en ambientes más duros y con temperaturas más bajas, no le supuso ningún problema, ya que estaban habituados. Hasta ahora se pensaba que los procesos importantes en la evolución humana estaban en otras zonas, pero este yacimiento nos ayuda a explicar cómo fue el poblamiento humano de Europa”, subraya el arqueólogo de la UVigo.

Grandes heramientas achelenses procedentes del yacimiento Garba IV.

Grandes heramientas achelenses procedentes del yacimiento Garba IV. / CEDIDA

Los hallazgos también plantean un nuevo escenario: durante casi medio millón de años convivieron grupo humanos en África que fabricaban herramientas distintas. “Los padres de Garba todavía fabricaban herramientas más básicas, pero en 50.000 años la tecnología achelense ya estaba plenamente desarrollada. Sin embargo, desde que surge en el altiplano hasta que llega al resto del continente transcurren casi 300.000 años. No sabemos qué pasa ahí, quizá no les interesaba salir de la zona. Son mucha generaciones, porque un ser humano de la época tenía una esperanza de vida de unos 20 años. Se abre un nuevo problema por resolver”, reconoce.

El arqueólogo Eduardo Méndez, trabajando en el yacimiento.

El arqueólogo Eduardo Méndez, trabajando en el yacimiento. / CEDIDA

El yacimiento Melka Kulture, que empezó a excavarse en 1963, comprende una secuencia sedimentaria de unos 2 millones de años de años que es, junto con la de Olduvai (Tanzania), la más amplia del continente. Actualmente está dirigido por un equipo ítalo-español encabezado por Margherita Mussi (La Sapienza), Joaquín Panera (Complutense) y el propio Eduardo Méndez. Y los trabajos son financiados por las fundaciones Palarq y Leaky y la Xunta.

A principios de año, Méndez y su compañera en la UVigo Andrea Serodio también fueron coautores de otro artículo en una revista de referencia, Nature Ecology & Evolution, sobre el hallazgo del taller de piedra más antiguo del mundo. “Estos descubrimientos solían hacerlos investigadores anglosajones o franceses, pero de un tiempo a esta parte los españoles estamos tomando la dirección de los principales yacimientos de África oriental, la principal fuente arqueológica para explicar la evolución humana antigua”, celebra.

Paisaje actual de Melka Kulture.

Paisaje actual de Melka Kulture. / CEDIDA

Los investigadores de la misión italo-española volverán a Etiopía en enero, coincidiendo con la época seca y si las inestables condiciones políticas del país lo permiten.

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