Entrevista | María Teresa Álvarez Escritora, publica la novela "María de Magdala"

"Lloré escribiendo sobre María Magdalena, a veces de alegría"

"Intentar meterte en la piel de alguien que ha conocido a Jesús produce una especie de vértigo, ha sido una experiencia de fe"

María Teresa Álvarez.

María Teresa Álvarez. / Juan Plaza

Tino Pertierra

Tino Pertierra

–Como mujer y como creyente siempre admiré a María Magdalena. Ella fue la primera persona que supo que Jesús de Nazaret, el amor de su vida, había resucitado. Ella creyó en su palabra y permaneció a su lado en los momentos más difíciles.

De esa admiración nace "María de Magdala" (La Esfera de los Libros), novela de la escritora asturiana María Teresa Álvarez (Candás, 1945) que sale a la venta este lunes. Su carrera literaria incluye obras como "La pasión última de Carlos V", su primer gran éxito de ventas, de 1999; "La comunera de Castilla" (2008), "La infanta Paz de Borbón" (2011), "La Indiana" (2014) o "Juana de Castilla".

–¿Qué sentimientos la unen a ella?

–Yo también creo que Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios. Y quisiera amarlo con la misma intensidad que ella.

–Ella fue testigo y comunicadora. En eso se parece a su labor como periodista…

–María fue portadora de la noticia más importante para los que tenemos fe: la resurrección del Señor. Sin esta certeza, vana sería nuestra fe. Ella apoyó a la incipiente comunidad cristiana y les infundió seguridad. Nosotros los periodistas tenemos la importante misión de informar, de contar la verdad de lo que sucede. Algo que siempre me pareció, y sigue pareciendo importantísimo.

–Una mujer que deseaba ser protagonista de su propia vida frente a la sociedad. ¿Una feminista pionera?

–La sociedad en la que vivió María Magdalena despreciaba a las mujeres. No sabemos si María, en su interior, se rebelaba contra aquella injusticia, aunque me atrevo a pensar que sí. Cuando conoce a Jesús que no rechaza a las mujeres, y les permite ser sus discípulas, María no lo duda; la luz de la libertad ha llegado a su vida.

–¿Cómo se podría describir su amor por Jesús? ¿Completamente platónico o no tanto?

–Creo que María ama a Jesús con todo su ser. Su sola presencia, su mirada, sus palabras hacen que se sienta otra persona, liberada de sus males y preocupaciones. ¿Lo ama de forma pasional? Puede que al principio fuera así, pero descubre que Jesús la ama de otra manera, la ama con el alma. Y María comprende que esa forma de amar es la que siempre ha esperado y hace que su corazón rebose de felicidad.

–¿Se ha marcado alguna línea roja a la hora de imaginar?

–Deliberadamente no he puesto barreras a mi imaginación. Pero tal vez mi forma de ser y mi formación las hayan establecido.

–¿Su libro puede interesar a quien no sea creyente?

–Claro que puede interesar. Que Jesús de Nazaret existió está contrastado históricamente y que murió en la Cruz, también. Lo cuenta Flavio Josefo en el libro 18 de "Antigüedades Judías". Y que lo seguían hombres y mujeres, entre ellas, María de Magdala. Pienso que es interesante saber que nadie defendió más a las mujeres que Jesús. En una época, además, en la que no eran nada. Y Él las trata como seres humanos.

–¿Tuvo problemas para documentarse?

–Apenas existe documentación sobre María. Solo se sabe que nació en Magdala y que acompaña a Jesús. De ella se habla en los evangelios. También en los apócrifos.

–¿Ha llorado escribiendo esta novela?

–Sí, he llorado. A veces el llanto era de alegría.

–¿Hizo trabajo de campo?

–He tenido la suerte de estar en Magdala dos veces. En la última el sacerdote que nos acompañaba celebró misa allí. Yo hice una monición sobre María. Aún no me había decidido a escribir sobre ella.

–¿Por qué se consideraba una prostituta si estaba con Domitio por amor?

–Domitio es un personaje inventado por mí. La verdad es que no se sabe nada de la vida de María antes de conocer a Jesús. La imagen de prostituta se debe a que en el siglo VI, el papa Gregorio el Magno afirmó que; "La mujer descrita por Lucas como pecadora, llamada María por Juan, creemos que es la María de quien fueron expulsados siete demonios, según Marcos". De esta forma decidió que las tres eran la misma persona. Desde entonces, prevaleció la idea de que María era la pecadora arrepentida. Figurando en el calendario litúrgico como Santa María Magdalena Penitente. No sería hasta mediado el s. XX, cuando el papa Pablo VI reivindique el buen nombre y la trascendencia histórica y bíblica de María Magdalena, mandando retirar del calendario litúrgico el apelativo de "Penitente".

–¿Por qué no podía ser feliz?

–Yo creo que anhelaba un amor de verdad, sin infidelidades, sin mentiras. Una relación sincera. Ella lo intenta, se entrega, pero la respuesta nunca es la que espera.

–¿Jesús la enseñó a perdonar?

–Sí. Jesús la enseña a perdonar. Y María, que pensaba que no sería capaz, una vez que lo consigue es consciente de la felicidad que le produce el liberarse de odios y rencores.

–¿De una novela así se sale distinta?

–Ha sido una experiencia de fe. El intentar meterte en la piel de alguien que ha conocido a Jesús produce una especie de vértigo. He ampliado mi conocimiento de los evangelios. Y me he admirado del comportamiento de los primeros cristianos. Pero respondiendo a su pregunta creo que sí ha influido en mí. Me ha ayudado a profundizar en mis propios sentimientos y en mi relación con el Señor.

–¿Con qué parábola se identifica más?

–La del joven rico siempre me ha producido una cierta desazón. La del Hijo pródigo es hermosa, nos habla de la misericordia de Dios y me gusta también la de Zaqueo, porque Jesús ama a los pecadores y a quienes necesitan ayuda.

–¿Los atardeceres en el mar de Galilea son inigualables?

–Los atardeceres me apasionan. En el mar de Galilea son maravillosos. Darte un paseo en barca al atardecer por el Lago, es una experiencia única.

–¿Qué momento la sobrecogió más al escribirlo?

–El libro está escrito en primera persona. Contar el camino de Jesús al Calvario ha sido duro, aunque el momento más difícil fue poner voz a María para que nos cuente su encuentro con Jesús resucitado.

–Hábleme de Moria.

–Moria, es un personaje de ficción. Moria podría ser yo o cualquier mujer que siente admiración por María Magdalena y desea conocerla y aprender de ella.

–¿Por qué ha sido tan denostada por la Historia María Magdalena?

–Creo que las mujeres hemos sido olvidadas o maltratadas por la historia. Se han vivido momentos especialmente duros. María Magdalena ha sido una víctima más.

–¿Cómo imagina a María en sus últimos días?

–No se sabe cuándo murió. Me la imagino alentado a todos en el camino hacia el Señor. Deseosa de difundir hasta el último momento todo lo que el Maestro le había enseñado.

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