Curiosidad científica

Programas de defensa planetaria: así son los proyectos para evitar la colisión de asteroides contra la Tierra

Hace décadas que las grandes agencias espaciales del mundo, los observatorios astronómicos y hasta los astroaficionados monitorean el paso de asteroides cercanos a nuestro planeta pararesponder ante la llegada de una gigantesca roca espacial

Un asteroide.

Un asteroide. / EP

Valentina Raffio

Las probabilidades son bajas pero no inexistentes. Hace unos 65 millones de años, un gigantesco asteroide de más de doce kilómetros de diámetro impactó contra la Tierra y desencadenó una extinción masiva que acabó con los dinosaurios. Nada impide que, en algún momento, otra roca espacial gigantesca se dirija hacia nuestro planeta. Pero ahora, a diferencia de lo que ocurrió en la era de los tiranosaurios, la humanidad ya tiene en marcha varios "programas de defensa planetaria" para hacer frente a futuras amenazas espaciales. Hace décadas que las grandes agencias espaciales del mundo, los observatorios astronómicos y hasta los astroaficionados monitorean el paso de asteroides cercanos a nuestro planeta para que, llegado el momento, podamos responder ante la llegada de una gigantesca roca espacial. 

Como todo programa científico que se precie, la guerra contra los asteroides arrancó con la titánica tarea de recopilar datos. Hace más de ocho décadas que la humanidad trabaja para estudiar y catalogar todos los asteroides y cometas cercanos a nuestro planeta. El observatorio astrofísico de Harvard fue uno de los primeros en crear un programa de este estilo allá por 1947. Después le siguieron otros como, por ejemplo, el programa Lincon puesto en marcha en 1996. En estos momentos ya existen decenas de proyectos similares en todos los rincones del planeta. Y ahora mismo, según las últimas estimaciones, ya se habría conseguido rastrear al menos el 95% de los asteroides de más de un kilómetro de diámetro que pasan cerca de nuestro planeta (y por ahora, parece que ninguno de ellos se aproximará a nuestro planeta en los próximos mil años).

La ONU tiene una Oficina de Asuntos del Espacio Exterior y NASA una plataforma de Defensa Planetaria

¿Pero qué pasaría si, eventualmente, unas de estas rocas espaciales gigantes se dirigiera hacia nosotros? Es ahí donde entran en juego las oficinas de defensa planetariaNaciones Unidas, por ejemplo, tiene una Oficina de Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA) encargada de "monitorizar los asteroides" y, eventualmente, "coordinar una respuesta global" para hacer frente a eventuales amenazas. Esta entidad trabaja de manera conjunta con agencias espaciales, observatorios astronómicos y centros de investigación.

En 2016, NASA también creó su propia Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO). Todas estas instituciones colaboran bajo la filosofía del 'Spaceguard', es decir, la idea de que necesitamos un "frente común" para monitorizar los asteroides y, eventualmente, actuar para prevenir su impacto. 

Misiones para desviar asteroides

En las últimas décadas también se ha avanzado, y mucho, en misiones enfocadas a desviar asteroides. En 1967 se ideó el primer proyecto teórico sobre cómo desviar un asteroide, conocido en su día como Icarus. Años más tarde, la Agencia Espacial Europea y NASA empezaron a trabajar en misiones para poner a prueba este tipo de tecnologías. Todo esto acabó confluyendo en el diseño de la conocida misión DART, la primera lanzada para desviar el rumbo de una roca espacial.

La humanidad ya ha conseguido desviar el rumbo de un asteroide con la misión DART

Este proyecto se puso en marcha en el año 2015, se lanzó en noviembre de 2021 y, finalmente, impactó contra el asteroide Dimorfos en septiembre de 2022. Posteriores análisis confirmaron que este choque había conseguido modificar la trayectoria del asteroide. Esto, a su vez, también confirmó que la humanidad dispone de al menos una herramienta efectiva para desviar rocas espaciales que se dirijan hacia nosotros.

Toda esta batería de proyectos, desde los centrados en la observación de asteroides hasta las misiones para desviarlos, proporcionan a la humanidad una cierta tranquilidad a la hora de mirar el cosmos. En estos momentos, no hay ninguna amenaza inminente que nos aceche desde el espacio. Eso sí, visto lo que pasó con los dinosaurios, más vale estar prevenidos ante lo que pueda pasar

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