Muere el doctor Bartolomé Beltrán, el 'médico de la tele'

Ginecólogo, divulgador, autor de libros de salud, portavoz de instituciones médicas, columnista, presidente de clubes de fútbol… Bartolomé Beltrán (1949, Campanet, Mallorca) tenía muchas facetas, fruto de su curiosidad y su interés por la vida, pero para la memoria popular del país era, sobre todo, “el médico de la tele”, galón que se ganó gracias a sus múltiples apariciones en programas de televisión, en las que siempre se dedicó a hablar de medicina, promover la ciencia y dar sabios consejos para cuidarnos. Era, porque este sábado, a los 74 años, ha fallecido en la clínica Rúber de Madrid debido a una insuficiencia renal.

Siguiendo la estela de otros divulgadores de la salud como Ramón Sánchez Ocaña, Beltrán empezó a hacer colaboraciones en medios de comunicación en los años 80 para explicar avances médicos y ofrecer recomendaciones sobre bienestar, en espacios como ‘La salud es lo que importa’ (de Antena 3 Radio, aunque después se emitiría en la Cadena Ser y en Onda Cero).

Pero fue a principios de los años 90 cuando su popularidad se disparó gracias a su participación en programas televisivos -sobre todo de Antena 3, cadena que ayudó a poner en marcha-, donde solía tener secciones de salud. También dirigió y presentó programas dedicados a hablar de su especialidad: la ciencia médica, la prevención de las enfermedades y el cuidado de las personas.

Su paso por espacios como ‘La salud es lo que importa’ (en televisión desde 1989), ‘Viva la salud’, ‘Viva la vida’, ‘En buenas manos’, ‘Contigo en buenas manos’ o ‘¿Qué me pasa, doctor?’ (su último programa de televisión, en La Sexta), le dio fama entre la audiencia y prestigio entre la profesión, aunque esta ya la tenía ganada debido a su dedicación profesional previa a su salto a la radio y la tele, y que nunca abandonó a pesar de su proyección mediática.

Carrera de éxito

Tras licenciarse en Medicina en la Universidad de Valladolid en 1973, Beltrán se especializó en ginecología en la Universidad Complutense de Madrid y a los pocos años de empezar a trabajar fue nombrado jefe del equipo quirúrgico de ginecología, del Hospital Gómez Ulla de Madrid. Interesado siempre por el ejercicio de su profesión, formó parte de diversas instituciones, como la Sociedad Ginecológica Española, la Sociedad Española de Fertilidad, la Sociedad Española de Medicina General y de Familia, y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), donde ocupó varios cargos de importante proyección. 

Antes de empezar a promover la salud bajo los focos de los platós, Beltrán ya lo hacía en la prensa escrita, en cabeceras como el magazine ‘Tiempo’, del Grupo Zeta, el semanario ‘Época’, el periódico balear ‘Última hora’ o la revista ‘Lecturas’. En estos medios, entre otros, a lo largo de su vida publicó decenas de artículos en los que siempre mostró un sincero interés por dar a conocer a la población los avances médicos y ofrecer a los lectores indicaciones prácticas para cuidar de la salud. Actualmente escribía una columna semanal en ‘La Razón’, diario que mañana domingo publicará su último artículo póstumo, y hasta enero de este año había estado dirigiendo y presentando el programa radiofónico ‘En buenas manos’ en Onda Cero.

Beltrán es autor de una veintena de libros sobre salud y medicina, algunos de gran éxito editorial como ‘Guía de la mujer embarazada’, ‘Todo sobre el embarazo’, o ‘Diccionario de la salud’. En las últimas dos décadas ejerció en varias ocasiones como asesor del ministerio de Sanidad y Consumo.

Apasionado de su tierra, Mallorca, donde era fácil verle con frecuencia, en 1998 ostentó el cargo de presidente del equipo local, el RCD Mallorca, que ese año estaba en Segunda División pero que bajo su tutela, que duró tres temporadas, subió a Primera y llegó a ser finalista de la Copa del Rey.

A lo largo de su trayectoria ha recibido varios galardones, como la Medalla de Oro de la Cruz Roja (1982), el Premio de la Organización Mundial de la Salud (1988), el Premio del Ministerio de Sanidad y Consumo, el Premio Ondas (1990) y la Antena de Oro de la Comunicación.