La gran noche de Hollywood

Los «Oscar», más atomizados que nunca y sin claros favoritos

Solo «Oppenheimer» parte con ligera ventaja en una edición con grandes duelos de reparto y algunas cintas de prestigio que pueden dar la sorpresa

Una imagen durante la grabación de 'La sociedad de la nieve'.

Una imagen durante la grabación de 'La sociedad de la nieve'. / EP

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Cuenta atrás para la gala de los «Oscar», que organiza la Academia de Hollywood en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Dará comienzo la madrugada del domingo al lunes, arrancando a medianoche (hora española). Se podrá ver a través de Movistar+, con una programación que dará inicio a las 22.00 horas. Presenta el experimentado humorista Jimmy Kimmel, que ya fue el anfitrión en 2017, 2018 y 2023.

Apostemos. A Hollywood le gusta pagar sus deudas, aunque a veces sea tarde y mal. La lista de grandes nombres que se tuvieron que conformar con un premio honorífico es larga. E incompleta. A Peter Jakcson le debían una por llenar las arcas de anillos de oro y al final le bañaron en ídem por la última entrega de su trilogía sobre Tolkien, no siendo precisamente la mejor. Este año, que no pasará a la historia, el resarcido podría ser Christopher Nolan: dio muchos beneficios con sus solemnes aproximaciones a Batman y luego se permitió unir gran espectáculo y cine de autor (más o menos) con «Interstellar», «Tenet», «Origen»...

Con «Oppenheimer» ofrece cine de caligrafía (menos o más) clásica, un tema más grande que la vida (el hombre que creó la bomba atómica) y mucha ambición en varios frentes: largo metraje, listado de estrellas en papeles secundarios, impecable factura y, ojo, muy buenas recaudaciones que vinieron como agua de mayo a las resecas taquillas. De hecho, este año de (nuevamente) raquítica calidad en las carteleras solo se hablaba del «Barbenheimer» por su capacidad para llevar mucho público a las salas. La gomosa «Barbie» recibe alguna nominación en agradecimiento a los servicios prestados (¿en serio está entre las mejores?). Las injusticias, claro, son clamorosas en algunos casos. Se selecciona a Ryan Gosling como actor secundario haciendo de Ken (ejem) y se olvidan de Margot Robbie, a la que además hacen un doble feo pasando de su fenomenal trabajo en «Babylon» del ahora caído en desgracia Damien Chazelle, todo lo fallida y presuntuosa que quieran pero más valiosa que la historieta de la muñeca. Y se queda fuera Greta Gerwig a mejor dirección cuando «Barbie» sí está nominada como mejor película, una incoherencia muy muy habitual.

Pero haría mal Nolan en confiarse. Su película no es unánimemente aclamada y hay títulos menos aparatosos que le podrían amargar una noche con un total de 23 categorías y cinco candidaturas en cada una de ellas, excepto en la de mejor película, a la que optan (vaya disparate) diez títulos.

Trece nominaciones tiene «Oppenheimer», y en el improbable caso de que ganara en todas dejaría atrás el récord de «Ben-Hur» y «Titanic», con once galardones. A Nolan le pueden plantar cara dos películas muy distintas: «Pobres criaturas», que provoca tanta devoción como rechazo, y la muy inteligente francesa «Anatomía de una caída», una de las grandes revelaciones. «La zona de interés» y «Los que se quedan» son dos cintas de poco relumbrón pero despiertan muchas simpatías. No parece que se vaya a repetir la jugada del año pasado, cuando la olvidable y olvidada «Todo a la vez en todas partes» ganó por delante de obras mucho mejores.

Nolan se disputa la distinción a mejor director con Martin Scorsese por «Los asesinos de la luna» (lejos de sus mejores trabajos) y si la afortunada en esta 96.º edición fuera Justine Triet («Anatomía de una caída») sería la quinta mujer en hacerlo. Mucho camino queda por andar en asuntos de igualdad.

Las categorías de actores y actrices suelen tener algo en común: pocas veces hay entre las candidaturas nombres que no merezcan estar ahí. Como mejor protagonista despunta Emma Stone por su arriesgadísimo trabajo en «Pobres criaturas», con Lily Gladstone («Los asesinos de la luna») haciéndole sombra, pero es que Carey Mulligan («Maestro»), Sandra Hüller («Anatomía de una caída») y Annette Bening («Nyad») están formidables.

Más claras parecen estar las cosas para el mejor actor protagonista: el irlandés Cillian Murphy tiene muchas papeletas por «Oppenheimer», y nadie podría poner objeciones, aunque los esfuerzos denodados y loables de Bradley Cooper («Maestro») por ganarse el respeto como intérprete sólido o el (como siempre) extraordinario Paul Giamatti («Los que se quedan») pueden dar la sorpresa.

En la categoría de mejor actriz de reparto las quinielas ponen por delante a Da’Vine Joy Randolph («Los que se quedan»). Más competido está el «Oscar» a mejor actor de reparto, aunque Robert Downey Jr. («Oppenheimer») tiene ventaja frente a Ryan Gosling («Barbie») y Mark Ruffalo («Pobres criaturas»). Robert De Niro siempre tiene sus opciones, aunque su trabajo en «Los asesinos de la luna» no sea de los más destacados.

El mejor guion original no tiene un dueño claro. «Anatomía de una caída» llega con el empujón nada desdeñable del «Globo de Oro», pero es que «Los que se quedan» no le anda a la zaga. Como mejor guion adaptado «Oppenheimer» tiene fuertes rivales en «Pobres criaturas» y «American Fiction», salvo que la Academia quiera resarcir de alguna manera a Greta Gerwig por dejarla fuera como candidata a mejor dirección por «Barbie».

La mejor canción original tiene color de rosa por «Barbie», aunque se ignora si será gracias a Billie Eilish con «What Was I Made For?» o Mark Ronson y Andrew Wyatt con «I’m just Ken». «Oppenheimer» lo tiene todo a favor en fotografía, montaje y sonido. Y «Barbie» jugará con ventaja sus muchas opciones en diseño de vestuario y producción.

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