María Cabaleiro desembarca en París con su "Herencia envenenada"

El Colegio de España expone los retratos de las hijas de la fotógrafa de Gijón, en los que reflexiona sobre la contaminación y su impacto medioambiental

María Cabaleiro, junto a sus fotografías expuestas en el Colegio de España.

María Cabaleiro, junto a sus fotografías expuestas en el Colegio de España.

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

María Cabaleiro, gallega, de Viveiro, aunque asentada en Gijón desde hace 20 años, ha desembarcado en París con su proyecto fotográfico "Herencia envenenada". La artista presenta en una exposición en el Colegio de España y hasta el 31 de marzo una serie de imágenes con las que se propone hacer reflexionar al espectador sobre la cantidad de residuos plásticos que se generan y sus consecuencias para el medio ambiente.

"El proyecto se convierte en un intento de transformar lo insoportable en algo hermoso. Las imágenes de los mares y océanos llenos de basura, adquieren un nuevo significado; la culpa es colectiva y todos somos responsables. Es un llamamiento a la acción, a reflexionar sobre el impacto ambiental y buscar un futuro libre de plásticos". Esa introducción a la obra de Cabaleiro el Colegio de España da paso a una actividad que se encuadra dentro de Art-Hop-Polis, el programa artístico de la Cité International Universitaire de París. La exposición de Cabaleiro se inauguró en un par de días antes del 8M, bajo el epígrafe "Reivindicando a las mujeres".

"Herencia envenenada" se presentó por primera vez en el Antiguo Instituto de Gijón, el pasado mes de agosto. Entonces incluía 23 fotografías a las que ahora María Cabaleiro ha incorporado algunas nuevas. Todas son retratos de sus hijas, Aroa y Lúa Bianchetti, que posan rodeadas de materiales plásticos de desecho, en composiciones artísticas.

"La idea es hacer una reflexión sobre la cantidad de residuos plásticos que generamos. Para que se planteen alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. No es que nazca de mi conciencia ecológica, sino de la pasión que tengo por la fotografía y por hacer retratos a mis hijas, que a raíz de su nacimiento fue cuando se desarrolló esa pasión", explicó Cabaleiro con motivo de la inauguración de "Herencia envenenada" en Gijón.