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El FICX reparte sus premios entre maestros y promesas

Ulrich Seidl, muy reivindicativo tras el veto a "Sparta" en varios festivales, Herzog y los emergentes Alexandru Belc y Theo Montoya reinan en el palmarés del certamen

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Así fue la fala del FICX 2022 Fernando Rodríguez

"El mundo no mejorará si no se muestran los problemas de la sociedad, el abuso, el racismo y los comportamientos inadecuados. Están surgiendo nuevos tabúes y quiero hablarle a la conciencia de los nuevos cineastas. No se censuren por el miedo de caer en desgracia ante los medios sociales. La libertad del arte cinematográfico está en peligro y el cine europeo necesita más que nunca individualidad y pensamiento propio". Con ese alegato, cargado de valentía, hizo ayer estallar en aplausos al teatro Jovellanos el director Ulrich Seidl. El austriaco se coronó en la clausura de la 60 edición del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) con "Rimini" , premio al Mejor Largometraje en la sección Albar, en una gala donde se destacó además "la buena salud" que vive el cine español.

El discurso de Seidl también se puede entender como una réplica del cineasta ante las acusaciones vertidas por el periódico alemán "Der Spiegel", que le achacó haber cometido explotación infantil y laboral durante el rodaje de su película "Sparta", centrada en un pedófilo y que fue retirada de varios festivales, pero no del asturiano donde sí se proyectó. Fue, en todo caso, uno de los grandes momentos de una gala que sirvió para hacer fundido a negro de la sexagésima edición del FICX. La gala de clausura caldeó el ambiente en el Jovellanos a pesar de las gélidas temperaturas del exterior, donde caían chuzos de punta. "La lectura que hay que hacer es el cine está muy vivo", celebró el actor Mario Pardo, que se dejó ver minutos antes del arranque de la ceremonia en el pase fotográfico en el paseo de Begoña, preludio de una gala que arrancó el tema "I Follow You" y que se sustanció en un acto sobrio y protocolario.

El FICX se despidió hasta el año que viene premiando el buen hacer de algunos grandes cineastas alejados de las superproducciones y que habitan los márgenes del mainstream. El alemán Werner Herzog se llevó el Premio Especial del Jurado en la categoría Albar por la obra en la que sigue los pasos de dos vulcanólogos fallecidos en 1991, "The Fire Within: A Requiem for Katia and Maurice Krafft", que también se llevó el gran premio del público. "La novelista y la película", la película del cineasta coreano Hong Sangsoo, uno de los preferidos del público del FICX, cerró los entorchados de esta categoría con el premio a la distribución. La intervención por vídeo del director rumano Alexandru Belc "agradeciendo la labor de todo su equipo" para sacar "Metronom", sirvió para poner el punto y final a una celebración de casi una hora y que estuvo conducida por cuarto año consecutivo por Arantxa Nieto. Belc triunfó en la sección Retueyos con el premio al Mejor Largometraje. El resto de premios en Retueyos fueron para Andrea Riseborought y Marc Maron, mejor actriz y mejor actor por "To Leslie", mientras que "Estertor", la cinta de los argentinos Sofía Jallinsky y Basovih Marinaro, se llevó el galardón a la mejor distribución. "Pasamos acá en Gijón días muy felices que atesoraremos para siempre", apuntaron estos cineastas.

El colombiano Theo Montoya también habló por vídeo. Es el director "Anhell69", premio Fipresci al Mejor Largometraje de la sección Tierres en Trance, que reúne los filmes de América Latin. "Es un honor demasiado. Este premio va dedicado a la ciudad de Medellín, a la que amo y odio", afirmó. La asociación Acción! entregó en esta categoría además el premio a la mejor dirección para Claudia Sainte-Luce por "El reino de Dios". Juan Vicente Córdoba, Abraham López y Pilar Pérez, de Acción! destacaron el gran momento del cine de animación español y que el FICX se encuentra "en primera línea internacional". En Cortometrajes, la última sección odicial, "La niña mártir" de María Pérez Sanz se llevó el premio Principado a la mejor obra y en "Enfants Terribles" el premio al mejor largometraje fue para "Bigman". "Bread and Salt se llevó el premio del Jurado Joven al mejor largometraje y "Glimmen" al mejor cortometraje.

El FICX sirvió para poner de manifiesto el gran momento que vive el cine español en los últimos años. Beatriz Navas, la directora de Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audivisuales, fue la encargada de presentar los premios que otorgó el jurado del cine español. "De las 20 películas más vistas el fin de semana pasado, 11 eran españolas. Estamos en un momento muy importante. Nunca antes habíamos tenido una cuota tan importante de pantalla", se congratuló. En ese sentido, el premio al mejor largometraje fue para "A Foreing Song" de César Souto, que subió a recoger el premio con Alberte Branco. El gallego tiró de humor: "Nos avisaron el viernes del premio cuando ya volvíamos para Santiago", apuntó Souto, que se llevó además el premio RCS SERVICE al director de la mejor película nacional. Mientras, el premio DCP Deluxe fue para Rocío Mesa, por "Secaderos", y "Misión a Marte" de Amat Vallmajor del Pozo se llevó la mención especial.

La diseñadora de vestuario Sonia Grande protagonizó uno de los momentos más emotivos de toda la tarde cuando subió a recoger la III edición del premio Isaac del Rivero (nombre del fundador del FICX) que se entrega a la trayectoria artística. Grande, entre lágrimas de emoción defendió su gremio. "El diseño de vestuario es una disciplina que necesita apoyo", afirmó la mujer, que estuvo ayer en Asturias tras hacer una pausa en el rodaje de una película en París con el director con el que más ha trabajado en su dilatada carrera: Woody Allen. Al estadounidense le dedicó el reconocimiento del Jovellanos. También puso los pelos de punta la directora Patricia Ferreira, que llevó el primer Premio Comadre de Cine, y quien defendió el papel de la mujer en el celuloide.

El ovetense Tito Montero fue uno de los grandes protagonistas de la noche. El cineasta era el único asturiano que competía con un largometraje (en cortos, estuvo Ramón Lluís Bande) en las categorías oficiales. Lo hizo con su documental «Hilos», filme en torno a la investigación sobre el destino de abuelo, muerto en la Guerra Civil. Se llevó el premio del público de la competición Tierres en Trace a la Distribución y el premio DAMA a mejor guion de película española. Subió dos veces a las tablas, con dos discursos. «Por suerte, tengo dos bolsillos para guardalos», dijo, entre risas. Habló sobre la memoria democrática en su segunda intervención. «La película habla del silencio que aprisiona nuestro presente político y que impide que nuestros jóvenes y quizás nosotros mismos no sepamos qué significa escuchar a un alcalde dar vivas a genocidas como Millán Astray», afirmó en referencia a José Luis Martínez-Almeida. «La cinta es un antídoto ante la equidistancia que mata las democracias. Va a la memoria de los milicianos anónimos que lucharon contra el fascismo y siguen en el olvido», zanjó. 

El FICX entregó además otra buena ristra de premios, que sirvieron para poner sobre la mesa diferentes aristas de la gran pantalla independiente. El mejor largometraje dirigido por una mujer fue «El reino de dios» dirigido por Claudia Sainte-Luce. El premio RTPA al mejor largometraje asturiano se lo llevó «O Corpo Aberto» de Ángeles Huerta mientras que en cortos regionales ganó «Europa» de Lucas del Fresno con mención especial para «Vas a ser mi memoria para siempre» de Marina Munárriz. El premio de distribución de Laboral Cinemateca en cortos fue para «8 filmes sobre la guerra» de Pablo Casanueva; «Cabeza y Corazón», de Ainhoa Andraka y Zuri Goikoetxea se llevó el premio Europa Film Festivals-Europa Joven. Mientras, el premio proyecto Corto Movistar fue para «Largo Viaje» de Héctor Herce. 

Inés Aparicio, que subió al escenario con su bebé, se llevó el galardón de Nuevos Realizadores del Principado por «Cantar un batallón». «Para el año que viene no estaría mal una sala para la conciliación», afirmó Aparicio en una gala en la que el FICX cumple 60 años demostrando estar en plena forma.

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