Si la ilusión de debutar en Primera División es casi un acicate insuperable para un futbolista, en el caso de Mendi existen factores añadidos. El avilesino tiene la oportunidad de estrenarse en la máxima categoría ante el equipo que le cerró la puerta hace tan sólo tres años. Y no fue una salida por meras cuestiones deportivas. "Estuve cuatro años allí. Tuve un problema de corazón y, meses después, me apartaron del equipo. Llegué a pensar, con 19 años, que tendría que dejar el fútbol porque nadie me tendió la mano", explica el propio futbolista. Una razón añadida para que el rojiblanco reconozca que "no voy con ganas de revancha, pero tengo una espinita clavada con el Athletic y ojalá me la pueda sacar".

"Desde que inicié la pretemporada este verano, mi sueño era entrar en una convocatoria. Además, si me dieran a elegir un campo al que viajar, elegiría, sin duda, San Mamés", afirma Mendi. El rojiblanco explica las especiales sensaciones que pasan por su cabeza ante la oportunidad de vivir su estreno en el primer equipo del Sporting en un lugar que valora como especial. "¿Si voy a celebrarlo si marco?, por supuesto. Por qué no iba a hacerlo", señala el rojiblanco. "Cuando uno es delantero siempre piensa en tener la oportunidad de marcar", añade.

Mendi, que en el último entrenamiento del equipo se llevó varios elogios por parte de Abelardo, se ha visto beneficiado por las lesiones de Carlos Castro y Sanabria. Dos bajas que han dejado a Guerrero como el único atacante disponible. Su vuelta a Bilbao le permitirá reencontrarse con varios de los excompañeros con los que jugó en Lezama. Son los casos de Laporte, Aketxe e Ibai.

"Me encuentro con confianza. Todo futbolista que pasa por el filial buscar dar el salto al primer equipo. La experiencia que tuve en Bilbao me hizo madurar y crecer como futbolista, al final todo te aporta", asegura. El jugador sonríe ante la sorpresa que le ha brindado el destino. "Son casualidades, pero estaría igual de contento si la posibilidad de debutar hubiera llegado tanto en San Mamés como en otro campo. Lo que más feliz me haría es poder jugar, algún día, en El Molinón", subraya. Tres años después de su dolorosa salida de Lezama, y tras demostrar en La Roda, Córdoba y Sporting que está plenamente recuperado de su dolencia cardiaca, el atacante asturiano espera que este sea el primer paso hacia una larga trayectoria en Gijón. "Lo pasé mal, y me planteé volver a casa, con mis padres, y dedicarme a estudiar. Siempre hay alguien que te ayuda y creo que también hice buenas apuestas para que todo cambiara", señala. Mendi esperará esta noche su turno para aprovechar su segunda oportunidad en Bilbao.