Luis Hernández saca pecho

"Jugarnos todo a un partido habla de la importancia de este encuentro a nivel personal, a nivel de equipo y hasta a nivel institucional. Creo que es el partido más importante que ha tenido el Sporting en los últimos años". La voz de Luis Hernández suena serena. En el tono sosegado que siempre usa el central rojiblanco. Luis Hernández rechaza el papel de víctima. "El equipo ha jugado muchos partidos importantes durante los últimos años", ataja cuando se le cuestiona sobre la bisoñez de la plantilla y su capacidad para gestionar los nervios. Al tiempo, admite que "estamos ante un partido que va a ser definitivo para uno de los dos equipos y lo afrontamos con tranquilidad, sabiendo lo que nos estamos jugando".

Aunque se trata de regatear a la presión, Luis Hernández prefiere que todo el mundo tenga bien claro lo que hay en juego. "Hay que saber lo que nos estamos jugando, pero sin dejar que nos afecte". Lo dice el central madrileño y parece sencillo. "No podemos jugar con tensión y atemorizados porque entonces será muy difícil", advierte antes de conceder que "el otro día no hicimos un partido bueno, lo que fue propiciado, en un porcentaje alto, por la ansiedad que tuvo en la primera parte".

Todos los equipos implicados en la pelea tienen argumentos para creer que se merecen el premio de la permanencia. "Cada uno tendrá sus argumentos y nosotros tenemos los nuestros. Hemos sido un equipo que ha competido en cada partido, que no se ha dejado ir nunca, que hemos hecho puntos ante equipos importante y creo que, de los que estamos abajo, hemos sido el equipo más regular".

Para Luis Hernández, no es un mala noticia, ni mucho menos, que el Sporting se juegue la vida en los dos próximos partidos porque "todos hubiéramos firmado llegar a estas dos últimas jornadas con opciones y casi dependiendo de nosotros mismos para conseguir el objetivo, dentro de nuestras limitaciones, merecemos más por eso". Luis Hernández no es de los que pierde su tiempo hablando del árbitro o de otros factores externos. "Después de 38 jornadas, no hay nada al azar, ni hay suerte, ni hay árbitros. Después de 38 jornadas, el que se quede en Primera División será que se lo ha ganado y merecido", sostiene.

Cuando se le pregunta si daría por bueno un empate, es tajante: "vamos a ganar, no a especular. No lo hemos hecho nunca".