Apenas tres horas después de la apertura de taquillas, el Sporting colgaba (en su oficina de ventas y en sus redes sociales) el cartel de "entradas agotadas". El primer derbi en catorce años era una apuesta segura y El Molinón responde con la fidelidad de las grandes ocasiones. Será el primer lleno de la temporada, pero, a la vista de los casi 24.000 espectadores que vieron el partido ante el Lugo, no será el último a poco bien que les salgan las cosas a los de Paco Herrera. El club puso ayer a la venta algo más de un millar de entradas, en un proceso restringido a sus abonados que únicamente podían adquirir dos localidades por carnet. El papel se agotó para el cierre de taquillas al medio día.

La expectación era máxima y se veía venir el lleno. En la madrugada anterior a la apertura de taquillas, comenzaron a florecer en las redes sociales fotografías de algunos aficionados dispuestos a pasar la noche al raso para asegurar su presencia en el derbi. Fueron en torno a una docena, en distintos grupos. La fila fue engordando a medida que despuntaba el alba. A la hora de la apertura de la ventanilla que despachaba las entradas, la cola que partía desde las taquillas en la Tribunona, recorría todo el fondo y alcanzaba más de la mitad de la grada este. Literalmente se podría decir que la fila de aficionados daba media vuelta al campo. Y no era más larga porque a esa ya resultaba evidente que la mayoría de los que esperaban se quedarían con las ganas de conseguir una entrada.

Las colas en El Molinón son un síntoma de que Asturias tiene ganas de derbi después de catorce años sin partidos de máxima rivalidad. También delatan el buen inicio de temporada de los rojiblancos, que llegan al partido con la vitola de líderes. El proyecto ha conseguido ilusionar al sportinguismo y sólo así se explica que el club sólo haya perdido diez abonados con respecto a las cifras con las que cerró la temporada pasada tras la segunda campaña. Después de un descenso traumático, el Sporting alcanza los 24.290 abonados que tiene el club le convierten en el décimo con más socios del fútbol español, el máximo de la categoría de plata y por encima de casi la mitad de equipos de Primera.

Este alto número de abonados redujo al mínimo las entradas disponibles. El Molinón tiene una capacidad para 28.500 espectadores y a los 24.290 abonados hay que sumar las dos entradas para protocolo, patrocinadores y alumnos de la escuela de fútbol. Otras 1.200 se enviaron a Oviedo y el resto se vendieron ayer.