Paco Herrera perdonó parte de esta temporada

Uno de los aspectos más relevantes de la junta de accionistas lo desveló el secretario del consejo de administración Ramón de Santiago. En respuesta a una pregunta de Benigno Maujo, De Santiago evitó desvelar la cuantía de la indemnización que percibió Paco Herrera tras su destitución y se limitó a señalar que "aparecerá en las cuentas de la próxima temporada". Lo que sí hizo el secretario del consejo fue dar las gracias al exentrenador rojiblanco del que aseguró que "Herrera tenía firmado otro año con el Sporting y no sólo no ha cobrado nada de la temporada próxima, sino que ha perdonado una cantidad importante de esta campaña".

Las críticas al consejo de administración arreciaron en el capítulo de ruegos y preguntas. El primero en intervenir fue Edgar Fernández, quien tras interesarse por cuestiones como la megafonía o el abono itinerante, se despidió con un ruego que repite desde la anterior junta: "Mi ruego es que por favor se vayan". Sus últimas palabras parafrasearon a José Fernández en 1998: "Que no venga algún espabilado a querer hacer negocio".

En un tono de cierta dureza se manifestó también Diego del Valle, quien anunció que finaliza mandato en "Tu fe nunca decaiga" y que convocará elecciones. "Esto es un acto de fe", comentó al respecto de las buenas perspectivas económicas que anunció Javier Fernández. La parte más dura de su discurso se centró en la falta de apuesta por la cantera. "El club no la está cuidando, hay una falta absoluta de filosofía por parte del club", arrancó para concluir que "esa filosofía no la marca ni el director deportivo ni el entrenador, porque una institución del nivel del Sporting no puede estar al socaire de lo que digan esas figuras".

Del Valle fue más allá y propuso que "si el Sporting es un club de cantera, séanlo de verdad". En el caso contrario, llegó a decir que "si no es un club de cantera, cierren Mareo".

El discurso de Víctor Sánchez, presidente de Unipes, se centró en la buena marcha del aspecto social. Además de reiterar su deseo de que el Sporting cuente con una oficina del abonado, propuso también que se dote de un presupuesto para la comisión social del club. Ambas iniciativas fueron bien acogidas por el consejo de administración.

Javier Fernández asumió las críticas a la gestión anterior y, aunque defendió a su padre, se desmarcó de su política: "Yo no estaba de acuerdo con la gestión anterior, lo he dicho en público y me ha costado algunos disgustos personales". Por último, declaró que él "también querría que jugaran ocho de la casa".