La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El guaje que triunfó en Chaves

Raúl, tras casi 20 años en Mareo, acarició en 1997 la segunda clasificación europea en la historia del rival de hoy del Sporting

Raúl, ayer, en el bar que regenta en Gijón, entre las camisetas que vistió en el Chaves y el Sporting. ÁNGEL GONZÁLEZ

Si hay alguien al que la palabra canterano del Sporting pueda definir bien, ése es Raúl Ramón Santos (Moscas del Páramo, León, 31-8-1968). Criado en Gijón desde muy pequeño, a los ocho años ya formaba parte de las categorías inferiores rojiblancas. No se fue de Mareo hasta los 27. Lo hizo después de convertirse en uno de los protagonistas de aquella intensa promoción por la permanencia ante el Lleida (1994-95), a la que le siguió una grave lesión de tobillo que, paradojas de la vida, le dio la oportunidad de vivir en Portugal "uno de los momentos más bonitos de mi carrera". Lideró la zaga con la que el Chaves estuvo a un paso de firmar la segunda clasificación europea de su historia, en la 1996-97, junto a los también exrojiblancos Iván Míner, Sabou y Dani Díaz. Esta noche, el club luso recibe la visita del Sporting.

"Me destrocé el tobillo en un entrenamiento, en Mareo, tras un choque con el portero, Ramonín. Estuve siete u ocho meses parado. El Sporting no paraba de fichar centrales. Me llamó Capitán Melo, el director deportivo del Chaves, y me fui para allá", recuerda Raúl sobre el inicio de su etapa en el club portugués. Lo hace desde Los Pericones, el bar del que es dueño en Gijón y en cuyas paredes se puede ver enmarcada aquella camiseta con la que ilusionó al equipo más representativo de la región de Trás-os-Montes. "Fue una temporada magnífica. Nos quedamos como a dos puntos de meternos en Europa. Nos llamaban el equipo de la ONU, porque, además de portugueses, había brasileños, españoles, africanos, yugoslavos... Me encontré con grandísimos futbolistas", señala.

Había nivel futbolístico, e intensidad. "Al principio me preguntaban por las 'caneleiras' (espinilleras). No entendía nada, pero no tardé en hacerlo. Allí van a muerte hasta en los entrenamientos. No son patadas con mala fe, pero van fuerte. Entonces me acordé de Yekini, que en sus primeros días en el Sporting siempre salía a Mareo con espinilleras y nos parecía extraño", explica, entre alguna risa. Y es que el delantero nigeriano aterrizó en Gijón tras pasar el "filtro de las patadas" en el Vitoria de Setúbal luso.

"Chaves es una ciudad pequeña, no hay tanto seguimiento como aquí, pero el campo se llena cuando va el Oporto o el Benfica. Todo ha cambiado un poco, pero siguen viviendo el fútbol con mucha intensidad", detalla. Raúl disfruta de que el conjunto luso haya vuelto a ser uno equipo relevantes en la Primera portuguesa, tras un declive que comenzó con su salida del club, después de su segundo año allí. "Hubo una lucha por la propiedad de la entidad, nos quisieron reducir los salarios y al final rescindí a pesar de que tenía dos años más de contrato", comenta. Eran tiempos en la que los que la "Ley Bosman" había abierto fronteras y en Chaves brillaba el producto español. Además de los exrojiblancos anteriormente citados también estaban Roberto Matute, conocido goleador del Logroñés, o Tonino, centrocampista formado en el Athletic. Ahora son los portugueses los que protagonizan las caras nuevas en el actual Sporting. "El equipo ha cambiado mucho. Ojalá vivamos una buena temporada", concluye Raúl, el guaje que triunfó en Chaves.

Compartir el artículo

stats