Isaac Cofie (Acra, Ghana, 1991), el 6 del Sporting, es un tipo risueño, más alto que lo que se informó tras su fichaje por los de Baraja y que ha llegado a Gijón para ser un jugador importante. El ghanés juega por delante de la zaga y se defiende muy bien ante las preguntas de la prensa. Para la posteridad queda ese "¡Puxa Sporting, siempre!" que espontáneamente dijo al finalizar su primera rueda de prensa como jugador rojiblanco. Hay poco tiempo, en veinte minutos tiene una cita, advierte antes de iniciar la charla con LA NUEVA ESPAÑA.
-Comencemos entonces, ¿qué tal le va en Gijón?
-Estoy muy bien, contento. La gente es magnífica y me han recibido muy bien. Hay cosas buenísimas como las instalaciones de Mareo, me encantan. Hay siete campos de entrenamiento, podemos dormir aquí, comer, tenemos un gimnasio muy amplio y lógicamente El Molinón es un campo impresionante.
-Le ha sorprendido entonces el ambiente de El Molinón,
-No, la verdad es que era lo que esperaba, ya me lo habían dicho, pero no podemos quedarnos ahí, tenemos que seguir trabajando mucho para devolver al equipo a Primera División.
-¿Cómo llegó al Genoa, su anterior equipo?
-Con 17 años conseguí una prueba. Fui pasando fases y al final, cuando me dijeron que me cogían, fue una gran sorpresa, una oportunidad única, un privilegio. Había muchos jugadores mejores que yo en Ghana, pero me escogieron a mí, soy un privilegiado, así me siento.
-Hace poco que decidió contar que no conoce a su padre, ¿por qué se vio en la necesidad de hacerlo?
-Lo conté hace muy poco tiempo en Ghana, crecí gracias a mi madre, ella fue mi apoyo y la que me enseñó todo, nunca lo había contado a nadie, quizás lo hice por reconocer a mi madre el esfuerzo que hizo cuando yo era niño. Soy huérfano de padre y por eso valoro mucho el trabajo de la familia, estoy muy orgulloso de mi madre y de mi abuela.
-En ocasiones aprovecha para colaborar con su país.
-Lo que intento es enviar un mensaje. Los futbolistas podemos ser un ejemplo y mi comportamiento es mi mensaje. Si no me comporto como debo dejaré en mal lugar a Ghana y no quiero que por mi culpa mi país pueda tener una mala imagen.
-¿Cómo era un día suyo en Ghana?
-Pues iba a la escuela y jugaba al fútbol en la calle, sin botas, claro, pero lo importante era la clase, los estudios. Mi pensamiento era: "voy a ser buen futbolista para no tener que ir a clase", pero mi madre pensaba al revés, "como no estudies bien, no podrás ir a jugar al fútbol". Así que entendí pronto lo importante que eran los estudios. Mi madre me lo dio todo para que yo fuera buen estudiante y también buen futbolista.
-Ahora, usted es padre, ¿qué les dice a sus hijos?
-De momento no mucho porque son muy pequeños, dejo que disfruten, no paran de jugar, son muy felices en Gijón. Cuando yo era pequeño no tuve la suerte de tener tantos juguetes, una televisión y tanto tiempo para jugar. Quiero ser un buen padre para ellos.
-Volviendo al fútbol, ¿hay mucha diferencia entre España e Italia?
-Allí el fútbol es mucho más directo, táctico y defensivo y solo piensan en no recibir goles. En España todo el mundo juega y todos quieren marcar, es mucho más rápido y la calidad de los jugadores se nota mucho.
-¿Cuál prefiere?
-(Sonríe) Digamos que estoy muy contento de tener un entrenador que no solo le gusta jugar, sino que también le gusta defender, estoy muy contento por ello porque así entro en juego.
-Esta semana Álex Pérez le destacó como refuerzo.
-Tengo que darle las gracias a Álex, pero el crédito es de todo el equipo, si no jugamos como un grupo, no seremos importantes y todos queremos que el Sporting lo sea a final de temporada.
[En este momento de la entrevista Neftali Manzambi se planta en mitad de la entrevista sin decir nada. El delantero y Cofie se miran, "ahora subo", le dice el ghanés]
-¿A dónde tienen que ir? Si se puede preguntar...
-A clase
-¿A clase?
-Sí, a clase de español. Nos han puesto una profesora particular a unos cuantos. Neftali habla muchos idiomas, pero tenemos que aprender bien el español.
-¿Quiénes son sus compañeros de clase?
-Blackman, Neftali, Peybernes, Djurdjevic... creo que somos cinco. Hablamos en ghanés, francés, suizo, alemán, serbio... hay muchos idiomas, pero nos entendemos muy bien. Estamos dando clases de español. Se nos da cada vez mejor.
