El Barcelona B fue el único equipo capaz de ganar en Liga en todo el año 2018 en El Molinón. Es cierto que también asaltó el estadio gijonés el Valladolid en el play-off de ascenso a Primera. Pero en la competición regular el Sporting se mostró muy fiable en casa tanto en el segundo tramo de la pasada Liga como en el primero de la actual. Pero el cambio de año ha congelado al Sporting, que ha perdido tres de los cuatro partidos que ha disputado en casa. El Molinón ya no es un fortín. Después de 12 encuentros jugados ya se han escapado 17 puntos (4 empates y 3 derrotas), o lo que es lo mismo, ya han volado más puntos en casa que en toda la temporada pasada, cuando el Sporting apenas cedió 15 puntos (6 empates y 1 derrota).
Junto a Osasuna (0-2), también han conseguido la victoria en Gijón el Deportivo de la Coruña y el Zaragoza (ambos 1-2). Además, lograron empatar el Numancia y el Reus (1-1), el Córdoba (0-0) y el Málaga (2-2). El Sporting, eso sí, se impuso al Nàstic, Extremadura y Alcorcón (2-0), Mallorca (1-0) y Tenerife (2-1).
La temporada pasada junto a la citada derrota ante el Barcelona B (2-3), también el Sporting cayó derrotado en su estadio ante el Cádiz (0-3) y el Zaragoza (0-1). Además empató con el Oviedo, Huesca y Valladolid, en todos los casos por 1-1. O lo que es lo mismo, el Sporting cedió en su estadio 15 puntos en toda la temporada, dos menos que ahora pese a que aún tiene que jugar 9 partidos más en casa.
En el último ascenso, en la temporada 2014-2015, también se escaparon 15 puntos, aunque sólo se perdió un encuentro, ante el Betis 1-2. Asimismo lograron arañar un empate sin goles en El Molinón el Barcelona B y la Llagostera, mientras que firmaron tablas a un gol Girona, Valladolid, Las Palmas y Recreativo.
El Sporting, pese a contar con el aliento de su público, y pelearse semana tras semana con el Zaragoza por conseguir la mejor entrada de la categoría, no está aprovechando esa circunstancia. La derrota ante Osasuna hizo mucho daño, hasta el punto de que ayer la afición aparcó la tregua que había mostrado con los suyos desde la llegada de José Alberto. El Molinón volvió a pitar a su equipo para mostrar su descontento.
