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El "nuevo" está en racha

La vida vuelve a El Molinón, pero al Sporting no le salen las cuentas

Los de JA cortan la sangría en casa y ofrecen un partido entretenido al margen de la clasificación

El panel que anuncia el "Espacio Quini" en El Molinón . J. J.

"El equipo vuelve a dar señales de vida". Lo dijo Mariño recién salido de la ducha tras la victoria del Sporting ayer en El Molinón ante el Almería. Los rojiblancos cortan así la sangría de puntos en la que se habían convertido los últimos partidos de los gijoneses como locales, y que han llevado al equipo a deambular por la categoría y perder por méritos propios el cartel de favorito en la lucha por el ascenso. Sí, la vida vuelve a El Molinón, pero al Sporting le siguen sin salir las cuentas. Así que mejor no hacerlas. Teoría que hace semanas que se ha instalado en el vestuario. Sólo hay que escuchar a Mariño, un seguro en el campo -al margen de la pifia de ayer que luego salvó- y una voz que da gusto escuchar fuera por su madurez, autocrítica y dosis de realismo. "Es absurdo pensar en soñar", avisó a navegantes echando agua helada para enfriar cualquier atisbo de euforia por enlazar dos victorias consecutivas. Al menos, ahora que el Sporting poco se juega salvo milagro de los gordos, el partido fue por momentos entretenido, sobre todo en la primera parte. Y mucho más si se compara con los soporíferos 90 minutos que abrieron la jornada en Segunda dos horas antes de que empezar a rodar el balón en Gijón. El encuentro también sirvió para empezar a entender el empecinamiento de Torrecilla en el fichaje de Álex Alegría que, de seguir así, será la mejor incorporación de largo de este año. Luego está la aportación de Nacho Méndez, el único centrocampista rojiblanco capaz de levantar la cabeza e inventarse pases de los que hacen daño. Y, por fin, el Sporting remató un córner, el del gol.

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