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Un encuentro con huella

El único tanto de Hidalgol

El ariete colombiano solo marcó un gol con el Sporting, en la derrota por 3-2 en Málaga en 2008

Hidalgo se lamenta tras una ocasión fallada en un partido con el Sporting. ÁNGEL GONZÁLEZ

Pocos hubieran imaginado en el verano del 2007 que el Sporting iba a acabar a final de temporada ascendiendo a Primera tras una larga década en Segunda, y además consiguiendo ser el segundo máximo goleador de la categoría. Porque cuando comenzó la temporada Barral era el delantero del equipo, y su única ayuda para la difícil misión del gol era el canterano Omar. El Sporting se colocó arriba desde bien pronto esa temporada, y tuvo que acudir al mercado invernal para contar con más gol. Llegó Mate Bilic y cumplió. Y desde el extranjero apareció la figura de Carlos Hidalgo, que recibió pronto el apodo de Hidalgol, pero que se fue con más pena que gloria del Sporting. Su único tanto llegó en un partido en Málaga, en el que los rojiblancos perdieron 3-2, ante el que era su rival directo en la carrera por el ascenso.

En noviembre el Sporting dejó encarrilado el fichaje de Hidalgo, pero en el mercado de invierno su llegada tardó en consumarse por problemas con el visado. Su debut no se produjo hasta febrero. Y su balance final fue más que discreto: siete partidos jugados (tres de ellos de titular), 301 minutos y solo un gol. "Más que contento, estoy tranquilo porque llevaba ya algunos partidos en los que había tenido la oportunidad y no había hecho gol", dijo tras su única celebración goleadora.

En Málaga, el domingo 13 de abril de 2008, el Sporting cayó derrotado 3-2, en un encuentro en el que ofreció argumentos para sacar un botín mayor, pero acabó pagando su fragilidad defensiva. "Un Sporting indefenso" fue el titular de la crónica de LA NUEVA ESPAÑA. En la misma se detalla que "el Sporting le regaló ayer el ascenso al Málaga. Los rojiblancos tutearon y, a ratos, hasta dominaron a su rival, al que fueron capaces de hacerle dos goles, un lujo reservado a unos pocos. Sin embargo, al Málaga de Muñiz le bastó con muy poco para llevarse tres puntos de oro que lo catapultan hacia las estrellas. El equipo andaluz demostró una pegada letal y aprovechó al máximo las carencias defensivas de un Sporting que regaló atrás lo que mereció por delante".

En La Rosaleda Preciado alineó en ese partido a Roberto; Sastre, Gerard, Jorge, Raúl Cámara; Iván Hernández; Pedro, Matabuena, Míchel, Diego Castro; y Bilic. En la segunda mitad entraron Kike Mateo por Gerard, Omar por Matabuena e Hidalgo faltando doce minutos por Bilic. Al término del partido Preciado se mostró molesto por las concesiones del Sporting, que pese a adelantarse con un gol de Diego Castro, vio como el Málaga le marcaba después tres tantos, antes de que Hidalgo recortase diferencias en el último minuto. "Esto es como la vaca que da doscientos litros de leche y luego le pega la patada al caldero y lo tira todo, y por eso estoy mal", indicó el técnico cántabro tras manifestar que "hicimos muchísimas cosas bien, pero otras muy mal que nos han costado. En dos errores puntuales, en dos acciones individuales, hemos tirado el partido".

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