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Dani, de Burela a Mareo

Un niño gallego recorre 340 kilómetros para entrenarse en las instalaciones rojiblancas gracias al convenio con la escuela de Luarca

Daniel Rodríguez recibe las instrucciones del entrenador Óscar García Guerra. RSG

Dani tiene 9 años, vive en Burela, provincia de Lugo, y le encanta el fútbol. Heredó el sportinguismo de su padre, el luarqués Rafael Rodríguez, quien hace tres meses le inscribió en la recién estrenada escuela de tecnificación de la Fundación del Sporting en Luarca. La distancia desde la mariña lucense era salvable y servía, además, para ir a visitar a la abuela. El recorrido, sin embargo, se amplió hace unos días, cuando el club puso en marcha la iniciativa de que cada niño viniera un día al año a entrenarse en Mareo. "Fue mucho mejor de lo que podía imaginarme. Increíble. Ojalá pueda repetir", afirma el pequeño, que se sintió por un día como uno de sus ídolos: Carmona.

"La iniciativa surge como una experiencia formativa en la que, además de mostrar a los niños cómo se trabaja en Mareo, también intentamos acercar el sportinguismo a otras zonas de la región como el Occidente", explica Caco Morán, director deportivo de los equipos vinculados a la Fundación Escuela de Fútbol de Mareo. "El proyecto se inició con una decena de críos de entre 5 y 11 años. Somos como una clase particular, un complemento para los pequeños sin que esto suponga que ellos dejen sus respectivos clubes", añade Ángel Legaste, Gelo, responsable de la academia en Luarca, donde comparte tarea con César García y Jorge Álvarez.

Todos reconocen el impacto de casos como el de Dani Rodríguez, un crío, además, con talento. "Juega en el Puerto Burela y algún torneo también lo ha disputado con el Lugo", explica su padre. El pequeño incluso ha sido citado por la selección gallega benjamín. "Nosotros somos muy del Sporting y Dani también, ¡eh!", añade Rafael que tiene un hijo más pequeño, de 4 años, "al que apuntaremos también el año que viene". Dani no ha sido el único en participar en las visitas a Mareo organizadas por el Sporting.

Íker Fernández, de Luarca, es otro ejemplo. Él, como Dani, se integró por un día en uno de los equipos de la Escuela de Fútbol de Mareo, la otra pata formativa del club, dirigida por Juan Luna y paralela a los conjuntos de categorías inferiores del propio Sporting, de carácter más competitivo. Íker, de 11 años, lo combina con los partidos que disputa con el Valdés. "Estamos encantados con que haya podido venir a Mareo. Y también con el trato que ha recibido. Somos abonados del Sporting y se puede imaginar lo que ha supuesto para él. Está encantado", comenta Darío, su padre.

Los niños siempre son recibidos por el psicólogo Diego Fuertes, para "ayudarles a sentirse cómodos desde el principio" y sobre el verde le esperan técnicos como Óscar García Guerra, quien además es maestro de Educación Primaria y fue candidato a mejor docente de España. La escuela de Luarca se ha unido a la que el club tiene ya en Tudela, Las Palmas de Gran Canaria -que entrará en breve en funcionamiento- y una tercera que podría abrirse en Aranjuez. Mientras tanto, niños como Dani dan por buenos 340 kilómetros de viaje, ida y vuelta, por saber qué se siente en Mareo.

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