"Los buenos datos económicos en absoluto se corresponden con los resultados deportivos". Javier Fernández, presidente del Sporting, hizo ayer autocrítica en lo deportivo después de subrayar la salud financiera del club durante la junta de accionistas, en la que anunció beneficios (5.554 euros) por cuarto año consecutivo y desgranó el presupuesto (24,6 millones de euros). El dirigente del conjunto gijonés tuvo buenas palabras para José Alberto, entrenador del equipo, pero lanzó una advertencia: "Si el equipo no mejora, a lo mejor hay que tomar decisiones", sentenció. Fernández estuvo acompañado en la mesa por todo el consejo de administración, además del notario, Francisco Javier Nogales. Junto a los 31 accionistas presentes, Joaquín Alonso, nuevo responsable institucional del club.
"Tenemos que mejorar y corregir errores. La realidad no es para conformarse. Estamos muy preocupados por la irregularidad y la pésima clasificación. La responsabilidad es repartida", señaló Fernández. "José Alberto es una persona humilde y ojalá saque adelante el proyecto. Se lo merece", añadió el presidente antes de explicar que el club tomó la decisión, el pasado fin de semana, de seguir confiando en su entrenador. "No hubo falta de respeto", enfatizó sobra la tardanza en ratificarlo.
"En el fútbol, no todo es dinero. La temporada pasada ascendieron el quinto, sexto y undécimo tope salarial", comentó el máximo accionista, que detalló el funcionamiento del tope salarial, lamentando que el Sporting se ve perjudicado ante la escasa influencia que tiene en su cálculo aspectos como su importante masa social. Fue antes de destacar aspectos financieros. "La temporada 18-19 es la primera en la que no se ha dedicado ni un solo euro a deuda antigua. Todas las adquisiciones de jugadores se han hecho con una forma de pago de 3 o 4 años. Es lo que nos permitió firmar futbolistas importantes. Es la manera de formar una plantilla fiable en una competición en la que el reparto económico lleva a una tremenda igualdad entre todos los equipos", señaló. Justificó, entonces, los traspasos. "Realizamos planificaciones presupuestarias a tres años vista que se corrigen cada tres meses. Y sin pensar en un cambio de categoría. El Sporting de hoy no vende jugadores para cuadrar sus cuentas a posteriori. Eso sería un error. El único fin es conjugar interés económico y deportivo con el único fin de mejorar nuestro rendimiento deportivo. Un club sin ventas rondaría 5 o 6 millones de tope salarial. Así sería imposible fichar a Manu García o Javi Fuego", detalló.
Fue contundente con las críticas al fondo de maniobra negativo, indicador de si el club tiene recursos para hacer frente a pagos. "En Segunda División no vamos a reconducir este dato. La única solución es generar beneficio y reducir inversión, y nosotros vamos a dedicar todos los recursos posibles en la plantilla. De 35 clubes de Primera y Segunda que tenemos datos, 26 tienen fondo de maniobra negativo", justificó.
Javier Fernández desveló situaciones como el perjuicio económico para el Sporting del nuevo reparto televisivo para la Copa del Rey. Cifró en 350.000 euros menos el dinero que cobrará el club en esta misma temporada, y un millón de euros menos del conjunto de las cinco próximas, incluyendo ya la actual 2019-2020. Otro apunte fue que en su día dio opción a entrar en el consejo de administración a Diego del Valle, de la asociación Tu fe nunca decaiga, y lo rechazó. Fue la manera de responderle a que se le diera voz a los aficionados en la toma de decisiones del club. Todos los puntos del día se aprobaron con mayoría absoluta.
