Hace menos de un mes, a su llegada al Sporting, Djukic marcaba como objetivo pelear por el ascenso. Era el día de su presentación, y aunque el equipo estaba en una situación parecida a la actual, en la zona baja, el técnico serbio seguía fijando cotas altas. Ayer, tras perder en Soria, y después de 3 puntos sobre 9 tras marcar Djukic el objetivo, el vestuario rojiblanco marcó un discurso mucho más prudente. Mariño, uno de los capitanes de la plantilla y voz autorizada del vestuario, reconoció sin tapujos que el peligro del descenso es real y el objetivo actual tiene que ser la permanencia. "El peligro del descenso está ahí, los puntos dicen que es real y que estamos muy cerca, o relativamente cerca. Tenemos que a corto plazo coger una racha, puntuar de tres en tres para alejarnos, y que ese peligro no sea tan real y se va más lejano", afirmó Mariño ayer en Mareo.
Un día después de caer ante el Numancia, y quedarse los rojiblancos con un escaso margen de cuatro puntos sobre el descenso, Mariño transmitió cuál debe ser el camino para las próximas semanas. "Con esa tranquilidad de alejarnos ya podremos soltarnos, jugar más atrevidos, sin tener esa presión de ver que los equipos que vienen por detrás te están cogiendo", resaltó el guardameta rojiblanco.
"Tenemos que alejarnos y abrir una brecha con los puestos de abajo. Conseguir estar 9 o 10 puntos para tener un poco más de tranquilidad. A veces te puede dar vértigo mirar la tabla", comentó Mariño, aún dolido por la derrota en Soria, que hizo daño en el vestuario. Cabizbajo y frustrado, Aitor García reconoció tras el partido de Los Pajaritos que no encontraba explicación a la circunstancia de que el equipo no funcionase. Ayer Mariño quiso defender el trabajo defensivo: "No somos vulnerables. Atrás no sufrimos, creo que somos de los equipos que menos goles nos marcan. No defendemos tan mal, la mitad de los goles son a balón parado. Pero estamos pagando muy caros los errores que estamos cometiendo, que casi todos acaban en gol".
No le salen las cosas bien al Sporting este curso, ni con José Alberto ni con Djukic. Rebajando esa presión de tener que estar en la zona alta, como transmitió ayer Mariño, al cambiar el objetivo del ascenso por la permanencia, el meta gallego también intenta liberar al equipo mentalmente. "Tenemos ese pensamiento de querer ganar antes de hacerlo bien. Nos pesa ese ansia", reconoció.
El sábado que viene el Sporting recibirá al Fuenlabrada. Mariño, que lamentó ante el Elche los pitos, espera un buen ambiente: "La gente puede pitar, animar o hacer lo que plazca. No soy nadie para meterme en lo que deban hacer. Son libres. Entiendo la crispación que tienen, que no estén contentos con la situación. Pero ojalá que nos animen y nos apoyen, son libres de hacer lo que les venga en gana".
