El pulso por un juvenil está cerca de acabar enfrentando, por segundo verano consecutivo, a Sporting y Villarreal. Christian Ferreres, llamado a iniciar la pretemporada con el filial rojiblanco, se ausentó ayer de las pruebas PCR para las que fue citado por el club de cara a ponerse a disposición mañana de Samuel Baños en el primer entrenamiento del equipo. El jugador se encuentra en Castellón junto a su familia, que justifica estar acompañando al hermano mayor de Christian, Abraham, también con pasado rojiblanco, quien acaba de fichar por el Villarreal para ser cedido a La Roda. En el trasfondo, el tira y afloja por un prometedor atacante al que se rifan y es libre de elegir destino a través de su primer contrato profesional, algo que no podrá firmar hasta el 8 de septiembre, fecha en la que cumple 16 años.

"Christian está disfrutando de sus vacaciones antes de iniciar el curso escolar. Hay cosas por hablar todavía y no descartamos que vuelva al Sporting, pero de momento continuará en Castellón junto a Abraham y a su otra hermana", explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA Enrique Ferreres, padre del joven jugador gijonés. Hace un año, el Sporting ya estuvo cerca de ver cómo Christian Ferreres hacía las maletas para irse al Villarreal. El club consiguió entonces convencer a la familia del internacional sub-16 para que continuase con su formación en Mareo. Las posturas parecen nuevamente enfrentadas y en el horizonte está otra tentativa del Villarreal para incorporarle.

En el Sporting se entiende que si los castellonenses desean fichar a Christian Ferreres no se están empleando los cauces habituales ni las formas correctas. El club ha hecho constar su oferta de contrato profesional, mediante burofax, a quienes tutelan la trayectoria deportiva de Christian Ferreres, en un movimiento que añade complejidad a la batalla legal que puede iniciarse para poner cotas a que un jugador de la edad de Christian Ferreres formado en Mareo pueda acabar llegando a otro equipo sin compensación o acuerdo previo.