Si nada se tuerce, Saúl García se convertirá en el segundo refuerzo de la temporada del Sporting. El jugador cántabro será el sexto lateral en tres temporadas. Entre futbolistas específicos de una banda, y otros polivalentes que se han adaptado a las dos, al Sporting han llegado desde el verano de 2018 André Geraldes, Molinero, Javi Noblejas, Damián Pérez y Unai Medina. Saúl García es el elegido, en principio, para reforzar el carril zurdo este año. El escenario para la llegada del lateral se mantiene igual que en los últimos días. Al Alavés, propietario del futbolista, le interesa que Saúl García, que no cuenta para Machín, salga para liberar masa salarial. Y al Sporting le viene bien contar con un jugador con más experiencia para cubrir la defensa por los costados.
El margen económico de los rojiblancos es muy estrecho. El Alavés trata que los gijoneses asuman una parte importante de la ficha, para así tener más músculo salarial. Pero el Sporting no puede llegar a sus pretensiones. Ambos tendrán que ceder. En el caso rojiblanco, aunque no en exceso, le beneficiaría la salida de Santana, Traver y Neftali, los jugadores descartados. Se trata de una especie de partida de ajedrez en la que se busca ajustar minuciosamente los presupuestos, cualquier ayuda es buena por pequeña que sea.
La necesidad del Alavés de reforzarse y sumar masa salarial liberando parte de la ficha de Saúl García también juega a favor del Sporting, que mantiene contactos con el club vitoriano para llegar a un acuerdo que parece encarrilado, y que tan pronto puede resolverse en unas horas como alcanzarse en los últimos días del mercado.
Saúl García es el elegido para una demarcación clave ahora mismo. Porque para el lateral derecho y el izquierdo los tres efectivos con los que cuenta David Gallego son futbolistas que estaban en el filial el curso pasado: Bogdan, Guille Rosas y Pablo García. En el caso del carril zurdo también está a la expectativa David Argüelles, internacional en categorías inferiores, con un gran potencial, pero con la intención del club de que el jugador tenga un crecimiento equilibrado y queme etapas paso a paso.
Si Javi Rico logra la llegada de Saúl García, el Sporting volverá un verano más a contar con caras nuevas en los laterales, que se mantienen sin un dueño fijo. Hace dos años llegaron André Geraldes y Molinero, el primero de ellos cedido. El segundo incluso se quedó la pasada temporada, hasta acabar contrato hace un par de meses. Ambos fueron piezas importantes tanto para Baraja como José Alberto, y en el caso de Molinero con un papel polivalente, actuando tanto por la derecha como por la izquierda. No ocurrió lo mismo con otro refuerzo ese mismo curso, Javi Noblejas, que solo participó en un partido de Liga y cuatro de Copa del Rey. El curso pasado Damián Pérez tuvo continuidad en el lateral izquierdo, pero con un rendimiento irregular, por lo que el Sporting decidió no ejecutar la opción que tenía para su continuidad. El jugador argentino vio como en fases de la temporada le pasaban por delante los dos jugadores habituales de la banda derecha, Molinero y Unai Medina, que actuaron a banda cambiada en algún partido. Incluso el canterano Cordero tuvo algunos partidos en dicha demarcación.
Molinero el curso pasado actuó también en algún encuentro como central, completando todos los puestos de la zaga. Pero su edad, sumada a las dificultades económicos, con los recortes provocados por el covid-19, y la continuidad un año más del Sporting en Segunda, hicieron concluir su etapa. La marcha de Geraldes, que finalizó su cesión, provocó que llegase a Gijón Unai Medina, un jugador que no llegó a encontrar una línea estable durante el curso, pero que acabó teniendo continuidad con Djukic al final de la Liga. El jugador vasco, no obstante, no fue del agrado de Javi Rico, y se acordó su salida hacia el Logroñés nada más empezar esta temporada.
