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La mano dura de Javi Rico

La estrategia del director deportivo del Sporting aligera las salidas y alivia el estrecho tope salarial

Noe Calleja y Javi Rico. ARNALDO GARCÍA

La mano de Javi Rico se nota en el Sporting. En un mercado complicado por la pandemia de coronavirus, el director deportivo del Sporting se ha destapado como un hombre con las ideas claras. Se nota en salidas como la de Álvaro Traver y en la gestión del caso Nacho Méndez. Dicen los que le conocen que es un hombre "trabajador" y "honrado". Un buen conocedor del fútbol y de sus entresijos. Y quizás por ello su estrategia en sus primeros meses al mando de las oficinas rojiblancas sea la de apostar por la firmeza.

Así lo cuenta el entorno de Nacho Méndez. El pulso entre el jugador y el club por la negativa del primero a aceptar la oferta de renovación del segundo prosigue sin que se vislumbre un final cercano. A pesar de las malas caras de la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFE), Méndez sigue apartado de la vida cotidiana de Mareo. A Méndez le queda un año de contrato. Podría irse gratis y cuando solo le queden seis meses por cumplir, negociar un nuevo destino con libertad. O sea, que la estrategia para asegurarse la continuidad del de Luanco parece, sobre el papel, arriesgada. Mano dura, o lo tomas o lo dejas, es la respuesta ante la petición del jugador de tomarse su tiempo para comprobar por dónde respira el proyecto que lidera David Gallego.

La misma firmeza en el trato la tuvo Rico con otros jugadores que abandonaron el club. Fue el caso de Isma Cerro o Carlos Cordero, a quien se le comunicó mucho antes del inicio de la pretemporada que su futuro estaba lejos de El Molinón. Y lo mismo le pasó a Unai Medina, Santana, Cordero, Neftali y Álvaro Traver. Este último reveló ayer en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA que ya desde el final de la pasada temporada conocía que no había sitio para él

Quizás las formas a la hora de negociar sean algo rígidas, pero al menos son eficaces. Por ahora se ha logrado aliviar el límite salarial. Habrá que ver si a largo plazo la rigidez en el trato se demuestra eficaz y sirve para resolver el caso de Nacho Méndez. Pero de momento, lo que está claro es que la mano dura de Javi Rico se nota en el Sporting.

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