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Pablo Álvarez, en su etapa en el Villarreal. | P. A.

Pablo Álvarez, el otro canterano que fichó el Villarreal

“Invierten mucho en cantera y te tratan como un profesional”, dice el felguerino, ahora sin equipo

La salida de Christian Ferreres desde Mareo a Villarreal no es el primer caso que se registra y puede que tampoco sea el último. El mismo camino lo hizo Pablo Álvarez (La Felguera, Langreo, 23-4-1997) en 2013, aunque con un matiz importante. “En mi caso hubo un acuerdo con el club. Tuve un problema familiar y los psicólogos del Sporting recomendaban que estuviera fuera de Asturias. Se concretaron unas cantidades de compensación también a futuro, por si llegaba en algún momento al fútbol profesional”, explica el protagonista sobre cómo se gestó su marcha. Tras cinco años en la cantera del submarino amarillo, se incorporó al Alavés, donde llegó a hacer la pretemporada con Abelardo. Una lesión de cadera frenó su evolución y desde el pasado verano se encuentra sin equipo.

“Ahora estoy en Orense, en la casa de unos familiares y entrenándome por mi cuenta a la espera de que lleguen ofertas en el mercado invernal”, explica Pablo Álvarez, quien llegó al Sporting desde el Alcázar, como refuerzo del infantil B rojiblanco, entrenado por entonces por José Alberto López. Creció junto a los Jorge Meré, Álvaro Fidalgo y Christian Rivera, entre el extremo izquierdo y el centro del campo. El salto a Villarreal le situó definitivamente en la medular. “Mareo es una grandísima cantera, pero la del Villarreal está entre las tres mejores de España. Allí te tratan como un profesional desde pequeño”, dice de su pasado amarillo. “No me arrepiento del paso que dí aquel día porque necesitaba hacerlo”, apostilla.

Pablo entiende que el caso de Christian Ferreres es complejo, pero una vez que el jugador ha decidido irse al “submarino amarillo”, le aconseja que “disfrute y trabaje al máximo, porque allí no puedes dormirte. Fichan futbolistas de toda España y hay mucho nivel”. En esta línea recuerda que “hacen también un gran desembolso económico para cuidar a sus jugadores de base” y avisa al gijonés de que “no abandone nunca los estudios a pesar de todo esto. En Villarreal también hacen mucho hincapié en ello”. Pablo inició la carrera de Criminología y espera que a partir de enero el fútbol vuelva a hacerle disfrutar tras un paso por el Alavés que no fue tan bueno como esperaba. “Mi idea es poder irme a jugar a alguna primera categoría del extranjero”, comenta el que fuera canterano del Sporting.

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