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El Sporting y la Liga investigan cuatro posibles focos del brote de covid-19

La plantilla vuelve al trabajo presencial a Mareo en una sesión con cinco caras nuevas del filial, divididos en grupos y sin contacto

Aitor García, ayer en Mareo.

El Sporting y la Liga trabajan para controlar la crisis del brote de coronavirus desatado en Mareo desde el domingo. El club, en colaboración con la Liga, trata de esclarecer quién es el paciente cero de una infección que ha dejado en el chasis a la nave rojiblanca con nueve bajas de futbolistas, seis de la primera plantilla y tres del filial, aunque habituales a las órdenes de David Gallego.

Se investigan hasta cuatro posibles orígenes, que pueden ir desde las celebraciones navideñas, un viaje a la capital y un auxiliar de Mareo. Todo para delimitar el principio de una infección que siguen siendo “top secret” y que se teme haya afectado a familiares de los futbolistas, algunos de baja ya en sus trabajos.

El Sporting amaneció al cuarto día de su particular crisis como amaneció. Es decir, con su política de hermetismo en torno a la primera plantilla. La novedad de ayer fue el regreso a los entrenamientos presenciales en Mareo. Hasta 21 futbolistas pudo comandar David Gallego en una sesión marcada por la asepsia. Grupos divididos, diferentes horarios, mascarillas y cero contacto.

Del primer equipo trabajaron con normalidad, al menos, Aitor García, Neftali, Marc Valiente, Álvaro Vázquez, Bogdan, Saúl García, Babin, Javi Fuego y Carmona. Hubo cinco caras nuevas del filial, de jugadores que hasta ahora no trabajaban con los mayores. Estuvieron el portero Javier Izquierdo, los extremos César García y Pelayo Morilla, el centrocampista Mateo Arellano y el mediapunta Lucas Suárez, además de Mecerreyes. El club se negó a detallar la lista de jugadores que se vistieron de corto. Ni siquiera, como es costumbre, en su web. Sí matizó quién tenía permiso ayer para ausentarse.

Hay aficionados que exigen saber más de lo sucedido. No solo en las redes sociales, donde se conspira más que en la Nave del Misterio. Ayer, acudió a las puertas inexpugnables de Mareo una pareja que solicitó conocer la identidad de uno de los infectados. Y no por morbo, sino porque aseguraba haber tenido contacto estrecho con él durante una comida. Pidieron al Sporting que les sacara de dudas para saber si era aconsejable pasar la prueba del palito. Se fueron igual que llegaron. Con las mismas dudas que trajeron de casa.

La plantilla rojiblanca sigue viviendo desde dentro con preocupación el brote de covid-19. Hay algunos jugadores que tomaron la decisión de aislarse de su familia hasta saber si eran positivos o no. Toda precaución es poca, debieron de pensar.

La sesión de ayer dejó en lo deportivo una verdad incómoda. El Sporting no solo llegará con lo justo a Lugo, sino que los ensayos serán con un margen de maniobra limitadísimo. Algunos de los ejercicios puestos en práctica ayer en Mareo fueron bien sencillos. Uno de ellos consistió en trabajar los pases y chutando la pelota contra las vallas publicitarias.

Habrá que ver con cuántos agujeros en el casco llega la nave rojiblanca al Anxo Carro. El Lugo, como informó LA NUEVA ESPAÑA, tiende la mano al Sporting, pero matizando que su rol de buen samaritano tiene más de simbólico que un poema de Baudelaire.

La decisión se tomará en Madrid y poco importará lo que piensen los implicados. Solo si el sábado, cuando los jugadores del Sporting vuelvan a pasar las PCR, se suman tres nuevos positivos a los ya existentes se cancelará el partido.

De lo contrario, el balón rodará y los rojiblancos deberán correr tras él como buenamente puedan. Cosas más raras han pasado en el fútbol, pero los precedentes de equipos que mermados por la pandemia han tenido que jugar no son muy halagüeños. Y si no que pregunten en Granada a ver qué recuerdo se guarda de la última visita nazarí a la Real Sociedad.

Para hoy está programada una doble sesión. Por la mañana, los futbolistas “teletrabajarán”. Cada uno por su cuenta y siguiendo las directrices del preparador físico se pondrán a tono desde el calor de sus respectivos hogares. Por la tarde están citados a Mareo a un entrenamiento que “seguirá los protocolos de la Liga”. Lo que quiere decir que se hará a salvo de miradas indiscretas.

Quedan menos horas para que Gallego tengan que mirar el cuadrante de turnos para ver quién puede trabajar en Lugo. Será entonces cuando se desvele una convocatoria donde es evidente que habrá ausencias destacadas. Con esas bajas el Sporting querrá empezar con buen pie un 2021 que quite el mal sabor de boca que ha dejado a todo el mundo el 2020. Será entonces cuando se pueda conocer hasta qué punto afectará el brote de covid-19 en Mareo a la planificación deportiva de una temporada que empezó mejor de lo que evoluciona.

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