El Sporting B ha dado un giro radical desde que se produjo el cambio en el banquillo. La llegada de Sergio Sánchez sustituyendo a Samuel Baños ha hecho que el filial rojiblanco cambie la mala dinámica de resultados, sumando ahora tres partidos consecutivos sin perder. Un cambio que se nota especialmente en uno de sus jugadores: el delantero avilesino Berto. El atacante suma cuatro goles en los últimos tres encuentros –los que lleva Sergio en el banquillo– y es una de las claves de ese cambio de tendencia que también se deja notar en los resultados: el equipo suma más puntos, siete, desde que llegó el nuevo cuerpo técnico, que los que llevaba hasta entonces, seis.
“Siempre fue un goleador, es algo que tiene innato”, asegura uno de sus mejores amigos, el exsportinguista Berto Cayarga, actualmente en las filas del Cartagena, que achaca este cambio tan radical en los registros goleadores –de un gol a cinco en apenas una semana– a que “tras pasar malos momentos anímicos, vuelve a ser el de siempre”. Así lo notan desde su círculo más cercano. De hecho, antes del encuentro del domingo frente al Langreo, cuando los tocayos hablaron por teléfono, “le dije que iba a hacer un doblete, y así fue”.
Todo porque, ahora sí, vuelven a ver a Berto “con mucha confianza y ganas de demostrar”. Así lo dejó patente en el campo de Mareo, donde firmó un gran partido con mucha presencia en ataque, pero también un gran esfuerzo defensivo. Una notable actuación que hizo que fuera elegido dentro del once ideal de la jornada que configura cada semana la plataforma de streaming que retransmite la Segunda División B.
“Le gusta ayudar haciendo goles, pero también sabe aportar en defensa”, enfatiza Cayarga, que asegura que su amigo “está un paso por encima de la categoría”. Por eso, a ojos del que fue tantos años su compañero en el campo, “está en el momento justo para subir al primer equipo y consolidarse”.
Así lo creen también desde su entorno. “Tiene la ilusión y la esperanza de poder aportar en el primer equipo”, explican. Ese es su “sueño” desde que llegase a Mareo hace casi una década, en edad cadete. El año pasado ya disputó cinco partidos con la primera plantilla, lo que le valió firmar una renovación por una temporada en el filial y otra en el primer equipo, tras la que el Sporting se reserva una opción de alargar ese contrato. Precisamente por eso, desde su entorno creen que “de aquí a verano se va a marcar su devenir: si el próximo año está en el primer equipo o tiene que salir del club”.
Una oportunidad que ya tuvo en este pasado mercado de fichajes, cuando el Córdoba intentó hacerse con sus servicios. No fue el único. En el último día de la ventana invernal de fichajes, el Albacete de Segunda División preguntó por él, pero el Sporting frenó su salida, en una apuesta clara por contar de cara al futuro con Berto. El entrenador del primer equipo, David Gallego, le pidió dar un paso más al frente, y ahora lo está haciendo.
“Cuando baja al filial lo hace con el mono de trabajo puesto, dándolo todo para aportar”, remarcan quienes más le conocen. Una muestra más de su “humildad”, cualidad que todos destacan como una de sus grandes virtudes, más allá de los futbolístico, donde le definen como un jugador “rápido, habilidoso y con buen olfato de gol”.
Un olfato que ahora sí está encontrando la portería en un año extraño para él: tras las lesiones del último curso, esta temporada estuvo sancionado cuatro partidos tras ver la tarjeta roja en Ganzábal. A la vuelta de la sanción, Berto tuvo claro que era su oportunidad, que tenía que renacer. Y lo está haciendo a base de goles. Todos ellos, además, con una dedicatoria especial: señalando al cielo en recuerdo a su padre, fallecido el pasado año.
