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Objetivo: siete victorias

El Sporting busca los triunfos necesarios para asegurarse matemáticamente el play-off sin esperar a los tropiezos rivales

Diego Mariño, en un entrenamiento con el Sporting en Mareo. Juan Plaza

El vestuario del Sporting se ha marcado como objetivo conseguir siete victorias, las que asegurarían matemáticamente su presencia en el play-off de ascenso. De conseguir esos siete triunfos, el Sporting estará sí o sí en la promoción de ascenso, toda vez que saca dos encuentros de ventaja a sus perseguidores y solo restan nueve jornadas ligueras. Esas son las cuentas que ayer desveló, en rueda de prensa, el portero rojiblanco Diego Mariño. Lo dijo medio en broma, medio en serio, consciente de que parece muy complicado que sus perseguidores –el Girona es el primer equipo en la tabla fuera de los puestos de play-off– ganen todos sus partidos. Pero también de que en Segunda División nadie regala nada, y una racha mala a final de temporada puede echar por tierra el trabajo de todo el curso. Así, en la caseta rojiblanca no se da por hecho nada hasta que no se consiga matemáticamente. Ni siquiera su presencia en el play-off.

“Si ganamos 7 partidos, lo tenemos asegurado, eso dicen las matemáticas”, explicitó el cancerbero vigués, apuntillando que “no sé cuantos puntos harán falta, creo que 7 victorias no, pero con los números en la mano es lo que nos asegura el play-off”. Más aún en un curso como este, con un ritmo de puntuación tan alto en todos los equipos. “Este año se están haciendo muchísimos puntos, comparado con otros años podríamos estar metidos en ascenso directo”, explica el portero rojiblanco.

No obstante, Mariño alaba la “buena temporada” que está firmando el equipo, luchando por el objetivo que “el 95% hubiera firmado antes de empezar la temporada”. Por eso, el vestuario se encuentra con “una ilusión máxima para conseguir el premio”, aun tras la derrota del pasado fin de semana, en El Molinón, ante un Mirandés que venía con una plaga de bajas a causa del brote de coronavirus que se desató en el vestuario burgalés, la primera del curso en el estadio rojiblanco.

El entrenador rojiblanco, David Gallego, ya adelantó tras ese encuentro que “igual que la euforia no entra en el vestuario, tampoco va a entrar el desánimo”. Una conjura que Mariño, uno de los pesos pesados del vestuario, respalda. “El mensaje es seguir, pensar en el Tenerife y no darle más vueltas”, subraya el portero, uno de los capitanes del equipo, que no obstante concede que “nos dio rabia por la buena dinámica en la que veníamos. Era una oportunidad muy buena, sobre todo en El Molinón, que es donde más confianza tenemos, pero en algún momento teníamos que perder”.

Por eso, deja claro que “no queda otra que seguir, estamos haciendo una buena temporada y después de todo lo que estamos logrando no podemos pararnos a pensar que hemos perdido un partido”. A ello ayuda que esta semana el Sporting inaugure la jornada, el viernes por la noche, sin tiempo para darle vueltas a esa derrota. “El partido frente al Tenerife, es otra oportunidad para seguir haciéndolo bien y demostrar que todo lo que estamos consiguiendo no es casualidad y mantener la distancia con los equipos fuera del play-off”, enfatiza.

Para Mariño, “estamos en el camino de, por lo menos, poder luchar el ascenso”, consciente de que “un play-off es una lotería”, pero dejando claro que “por lo menos, la ilusión la tenemos”. El cancerbero, poniendo voz al vestuario, asegura que “estamos en una posición buena y queremos mantenerla y materializar la presencia en la promoción cuanto antes. Estamos en buena dinámica, pero si miramos más allá del Tenerife nos equivocaremos”.

En ese posible play-off, el Sporting se enfrentará a los gallitos de la categoría, contra los que solo ha perdido un encuentro, en Barcelona frente al Espanyol. “Nos da confianza para saber que si hacemos las cosas bien y competimos como hemos hecho contra ellos, vamos a estar muy cerca de conseguir victorias”, explicó Mariño, “pero eso tenemos que hacerlo contra todos. Si no estamos al 100%, no le podemos ganar a nadie, cualquier equipo nos puede ganar y somos más vulnerables”. De hecho, explicita, “en el play-off tendremos que jugar a esa intensidad o incluso más, jugando cada partido como si fuera el último”.

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