El gijonés Felipe Vega-Arango, que fuera entrenador en las categorías inferiores del Sporting, ha sido elegido como nuevo seleccionador absoluto de Islas Salomón, donde también dirigirá el departamento de alto rendimiento de la Federación. “Tengo unas ganas tremendas de volver a entrenar”, confesaba ayer minutos antes de embarcar hacia su nuevo destino. Un lugar que no le es extraño, ya que ya ejerció este cargo entre 2017 y 2019, aunque por entonces compaginaba sus labores con las de director técnico. “Ahora me centraré mucho más en entrenar”, explica el gijonés, hijo del expresidente sportinguista Manuel Vega-Arango.
Para el técnico gijonés, esta oportunidad supone “volver a la vida normal” tras haber tenido que apartar varios proyectos a causa del coronavirus. De hecho, antes de la irrupción de la pandemia Vega-Arango dirigía la primera academia de LaLiga en Estados Unidos, sita en Miami, donde pasó de 60 alumnos a casi 300.
Ahora tiene otro gran reto por delante. “Entrenar a la selección absoluta de un país, aunque sea un país pequeño, es precioso”, explica Vega-Arango, que se marca varios objetivos en su nueva andadura. El primero, “profesionalizar el fútbol”, no tanto en el aspecto económico, sino en lo que tiene que ver con que sus jugadores se cuiden también fuera de los terrenos de juego.
El segundo, en el aspecto deportivo más puro, conseguir el oro en los Juegos del Pacífico que se celebran, en Islas Salomón por primera vez en la historia en el año 2023. “Es un reto difícil, pero no imposible”, explica, “tenemos una generación de jugadores jóvenes y buenos a los que conozco bien y creo que tienen potencial”. Unas capacidades que espera poder aprovechar al máximo en la selección.