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La generación perdida de Miguel Torrecilla

Tras la marcha de Cristian Salvador solo queda en el Sporting uno de los seis canteranos que subió al primer equipo en 2018

Canteranos que empezaron la temporada con el Sporting en 2018. Por la izquierda, Traver, Juan Rodríguez, Dani Martín, Pedro Díaz, Nacho Méndez, Cristian Salvador, Isma Cerro, Cordero, Pablo Fernández y Christian Joel. A la izquierda, Miguel Torrecilla, durante una rueda de prensa en El Molinón. | Juan Plaza / LNE

La marcha de Cristian Salvador del Sporting deja un dato esclarecedor: de los seis canteranos que subieron al primer equipo en el curso 2018-19, con Baraja y José Alberto en el banquillo y con Miguel Torrecilla en la dirección deportiva, solo uno sigue en el club: Nacho Méndez. Los otros cinco dejaron la disciplina rojiblanca: Álvaro Traver, Juan Rodríguez, Dani Martín, Isma Cerro y el propio Salvador. Una apuesta fallida por una generación que no terminó de cuajar en el primer equipo rojiblanco.

Más llamativo si cabe es que de aquella generación de seis futbolistas del filial que pasaron a contar con contrato con el primer equipo solo dos se habían criado en Mareo: el propio Nacho Méndez y Dani Martín, que dejó el Sporting como una de las grandes promesas del fútbol español para fichar por el Betis. El resto todos habían sido fichados para el filial. Juan Rodríguez llegó del Somozas; Álvaro Traver llegó del Logroñés; Isma Cerro recaló en Gijón proveniente del Racing de Santander; y Cristian Salvador aterrizó en Mareo desde el Zamora. Quitando a este último, que se asentó tres temporadas en el primer equipo rojiblanco, ninguno alcanzó la progresión esperada.

Además, cabe destacar que aquella pretemporada de la campaña 2018-19 la cubrieron en el primer equipo varios canteranos más, a las órdenes de Rubén Baraja: Cordero, Pablo Fernández, Pedro Díaz y Christian Joel. De ellos, solo los dos últimos continúan ahora en el equipo. Pedro, con ficha del primer equipo desde hace dos temporadas y con contrato hasta 2025, y Christian Joel, a punto de firmar su primer contrato profesional.

Esta “generación perdida” toma una relevancia mayor si se compara con el actual proyecto rojiblanco encabezado por Javi Rico, mucho más centrado en la cantera y con jugadores del filial como base del futuro. Una máxima que Rico repite y demuestra en sus acciones. Así, a Gaspar y Guille Rosas, que ya tienen un contrato largo con el primer equipo, se sumarán con toda probabilidad, de cara a la próxima campaña, Bogdan, Pablo García y Pelayo Suárez. Una circunstancia que choca frontalmente con la fallida apuesta de Torrecilla, que cerró su etapa en Gijón con 40 fichajes (36 jugadores y 4 técnicos) y sin lograr el objetivo de retornar a Primera.

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