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La nueva ruta del Sporting: 27.400 kilómetros con Mareona a la espera

l Los ascensos de la Real B, Amorebieta y Burgos aminoran distancias | El club reducirá los vuelos chárter pendiente aún del protocolo

El autocar del Sporting, a su llegada a El Molinón en el pasado derbi. Juan Plaza

27.400 kilómetros por recorrer en el nuevo mapa de la renovada Segunda División. El Sporting ya conoce la ruta en la que buscará poner rumbo a Primera División pendiente de concretar dos factores clave: el protocolo que deberá cumplir para los desplazamientos, que previsiblemente se flexibilizará respecto al de la pasada campaña, y si recuperará en algún momento un apoyo diferencial como el de la presencia de la Mareona lejos de El Molinón. El descenso del Eibar y los ascensos de Real Sociedad B, Amorebieta y Burgos añaden protagonismo a la zona norte y reducen distancias a la viajera afición del conjunto rojiblanco.

Menos vuelos chárter, más viajes en línea regular siempre que existan combinaciones y, sobre todo, autocar. La previsión es que el Sporting reduzca los gastos en desplazamientos más allá de que el nuevo calendario recupere plazas que inviten a hacer los viajes por carretera. Todo ello dependerá en buena medida del protocolo que adopte LaLiga, que está pendiente de aprobar, algo que puede conocerse a lo largo de la próxima semana. En ese sentido, el club rojiblanco fue uno de los más cautelosos una vez que la patronal dejó de sufragar el coste de los vuelos chárter, los que aseguraban mantener la burbuja cuando los equipos se veían obligados a subirse en avión. Sucedió a partir de la jornada 33/34 y el Sporting optó por no acudir a vuelos comerciales, decidiendo costear de su bolsillo aviones reservados para uso de futbolistas y cuerpo técnico.

La evolución positiva de la pandemia junto a las progresivas vacunaciones invitan a confiar en un escenario más flexible en cuanto a las medidas exigidas a los clubes a la hora de los desplazamientos. No alcanza hasta el punto de despejar la mayor de las incertidumbres, como es hasta qué punto los campos de fútbol podrán recuperar la presencia de público en las gradas. El Sporting ya pudo hacerlo en la última jornada de Liga, con la restricción de que sólo 5.000 espectadores siguieran el encuentro ante el Almería. El paso del verano marcará si el regreso a la competición podrá hacerse en idénticas o mejores condiciones. Lo que parece no variar es el deseo del sportinguismo de recuperar tradiciones como la de acompañar al equipo no sólo en El Molinón, también en los partidos lejos de Gijón.

Muchas peñas se encuentran planificando viajes de cara a la próxima temporada. A la espera de que se conozca el calendario, varias plantean incluso cerrar sus viajes una vez se concrete. Con las certezas del fin de semana en el que juegue el Sporting y el destino, algunos asumen el riesgo de convertir esos días en unas pequeñas vacaciones con la esperanza de que la situación respecto al covid-19 dé la opción de que se permita acceder a los estadios de los rivales. Los viajes a Canarias y los cercanos a Valladolid o Burgos, están entre los preferidos. Entre el sportinguismo también se respira la rabia de no haber podido volver a Las Gaunas. La pandemia y el descenso del Logroñés obliga a esperar.

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